El buen planteamiento del Shakhtar, resiliente con un sistema defensivo excelso hasta el minuto 87, se vino abajo en siete minutos, los que tardó el PSV Eindhoven para remontar un 0-2 en contra entre el 88 y el 95 con un doblete de Tillman y un tanto de Pepi que sostienen las opciones del conjunto neerlandés de alcanzar los dieciseisavos de final de la Liga de Campeones.
El Phillips Stadion vivió un final de infarto. El Shakhtar, casi perfecto en defensa y con un excelso Konoplya por el costado derecho, comenzó a ceder terreno con la expulsión de Pedrinho a falta de veinte minutos para el final. El PSV creyó en sus posibilidades y remontó los tantos de Sikan y Zubkov de la primera parte. Fue un ejercicio de supervivencia supremo.
La táctica de Marino Pusic ahogó al PSV, que apenas pudo intentarlo desde lejos, con disparos desde fuera del área porque no podía acercarse más por la elevada densidad de población en la última zona que plantó el Shakhtar. Aún así, De Jong y Lang fueron los únicos que consiguieron rematar desde dentro del área, pero Ryznik sacó con dos buenas intervenciones las mejores ocasiones del PSV en la primera parte.
Mientras, el Shakhtar no se amilanó en un escenario hostil y con Konoplya insistente y acertado por el costado derecho, asestó dos golpes tremendos a su rival. Primero, a los ocho minutos, cuando Ryznik atrapó la pelota, sacó rápido con la mano hacia Konoplya, que avanzó por la banda, hizo una pared con un compañero, centró al área y Sikan remató de primeras para abrir el marcador.
Y segundo, en los últimos minutos del primer acto, de nuevo Konoplya, que aprovechó un error defensivo de Dams para robar el balón, ponerlo al corazón del área hacia Zubkov, que definió rápido y certero con un zurdazo ajustado al palo de la portería defendida por Benítez.
Con muy poco, el Shakhtar asestó dos golpes certeros directos al corazón del PSV, que tenía 45 minutos para arreglar un desaguisado. Bosz, en el descanso, sacó del terreno de juego al errático Dams para sacar a un segundo punto como Pepi. Pero tampoco funcionó. El PSV seguía atascado frente a la buena defensa del Shakhtar y solo la expulsión de Pedrinho a falta de veinte minutos por una entrada salvaje al tobillo de Bakayoko generó inquietud en el equipo ucraniano.
Sin embargo, ni con uno más sobre el césped el PSV pudo con el Shakhtar, que realizó un ejercicio casi perfecto de resistencia. No concedió ocasiones claras, hasta que aparecieron Tillman y Pepi para amargar la fiesta a los hombres de Pusic.
En el minuto 87 Tillman dio en la diana con una falta directa escorada que sorprendió a Riznyk; en el 90 reventó la portería del portero ucraniano con un zapatazo espectacular desde fuera del área; y en el 94 Pepi remató la faena. En siete minutos, echaron a perder todo el buen trabajo del Shakhtar y el PSV sacó tres puntos importantísimos para su supervivencia. De momento, está entre los mejores 24. Por los pelos y gracias a un final de infarto.