El Real Madrid, todavía con la resaca de la Liga de Campeones, no perdonó en Son Moix y le bastaron una gran segunda parte y el acierto del francés Aurélien Tchouaméni para tumbar (1-0) a un Mallorca todavía dolido con los penaltis que le arruinaron el sueño de conquistar su segunda Copa del Rey ante el Athletic en la Cartuja de Sevilla.
Son Moix enfrentó al líder de la Liga con el finalista del torneo copero. Ganó el Real Madrid, pero el Mallorca tuvo sus opciones hasta el final. La última de ellas, un remate de Muriqi en una pelota dividida que el ucraniano Andry Lunin, una de las grandes figuras de su equipo en la isla, despejó al córner.
El Mallorca fue el de siempre. En el arranque del choque no se le notó la tremenda frustración de haber caído en los penaltis en la final de la Copa del Rey. Además, para olvidar las penas contó con el aliento incansable de su público, que llenó las gradas.
Con su fútbol rocoso, muy físico y de presión alta, buscando la altura de Muriqi con balones aéreos, demostró que es un rival complicado para los equipos que lo visitan. En Palma empataron el Barça y el Athletic, y el Girona cayó en la Copa del Rey.
El equipo de Ancelotti intentó por todos los medios volcar el choque de su lado en la primera parte. Con Modric moviendo los hilos en el centro del campo, Bellighman y Brahim abriendo huecos en la poblada defensa local, logró contener el ímpetu de los bermellones.
El ritmo del choque fue lento en el arranque con los dos equipos exagerando las precauciones para no cometer errores. El primero en intentar romper la lenta cadencia de las acciones fue Brahim con un largo eslalon de varios metros interrumpido por la defensa local en la entrada del área.
Los primeros 45 minutos solo registraron dos ocasiones de gol, la más clara, el balón que Belligham estrelló en el larguero con Rajkovic totalmente superado (min. 32). Poco antes, Antonio Raillo (min. 30) había cabeceado a la salida de un córner, pero Lunin respondió con agilidad para impedir el gol de los bermellones.
Carlo Ancelotti apeló a las rotaciones y dio descanso a jugadores clave en su esquema, Dani Carvajal, Eduardo Camavinga, Toni Kroos,Vinícius Junior y Rodrygo Goes, para afrontar el partido en Palma. En la segunda parte tuvieron minutos Carvajal, Vinícius, Camavinga y también el brasileño Éder Militao.
El desafío de eliminar al Manchester City pesó más en el ánimo del técnico italiano al decidir la alineación. Reservó a jugadores clave, aún a costa de poner en peligro tres puntos que podían decidir la Liga antes del clásico de la próxima jornada frente al Barcelona. A Ancelotti le salió cara.
Las novedades en el once madridista fueron Lucas Vázquez, Nacho Fernández, Luka Modric, Brahim Díaz y Joselu Mato. El central brasileño Éder Militao esperó su turno en el banquillo y el francés Aurélien Tchouaméni, sancionado en la Liga de Campeones, adelantó suposición al centro del campo.
Javier Aguirre optó por la prudencia ante el líder del campeonato. Dibujó un 5-4-1 con Vedat Muriqi como único delantero en punta. El canadiense Cyle Larin, que le acompañó en los últimos encuentros de la Copa del Rey, se sentó en el banquillo junto al mallorquín Abdón Prats.
El gol de Tchouaméni abrió la lata en Son Moix nada más comenzar la segunda parte. El disparo del francés se transformó en una parábola imposible para Rajkovic tras impactar en Morlanes y Sánchez en el intento de repeler el remate.
El Mallorca nunca había estado por debajo del marcador en todas las eliminatorias de la Copa del Rey. En los dos últimos partidos de LaLiga en casa ante Granada y Girona, además, mantuvo su portería imbatida.
La ventaja madridista obligó a los bermellones a estirar sus líneas, circunstancia que coincidió con las primeras sustituciones en ambos equipos. Abdón Prats, Sergi Darder y Omar Mascarell entraron en el Mallorca; Vinícius y Camavinga lo hicieron en el Real Madrid.
Las ocasiones se fueron sucediendo en ambas porterías en el tramo final. Nastasic salvó bajo los palos un disparo a bocajarro de Valverde tras una jugada de Vinícius y Lunin volvió a lucirse poco después al desviar al corner un gran remate de Sergi Darder.
Al final, con Muriqi rozando el empate, el Madrid pudo celebrar tres puntos muy importantes que dejan al Mallorca en el alambre y sin poder despegarse del todo de la zona de descenso.