SEVILLA.- Al compás de un gol de Aitana Bonmatí, España venció el miércoles 2-0 a Francia en la final de la Liga de Naciones femenina, con lo que las campeonas mundiales conquistaron su segundo gran título en seis meses.
Bonmatí, la ganadora del Balón de Oro, empalmó de volea un centro rasante en el primer tiempo y Mariona Caldentey aumentó la diferencia poco después del descanso.
Las anfitrionas dominaron de manera avasalladora en el estadio de La Cartuja, escenario de la final de la primera edición de la Liga de las Naciones de Europa.
La concurrencia fue de 32.657 espectadoras, cifra récord para un partido de la selección femenina en el país, y presenciaron la primera victoria de España sobre Francia. “Que más se puede pedir. Es increíble lo que hemos conseguido. No tengo palabras y seguimos con una ambición tremenda”, dijo Bonmatí, laureada como la MVP de la final. “A pesar de todos los baches, aquí estamos: levantando otra Copa. Hemos anulado a Francia”. “Hemos llegado para quedarnos y queremos conseguir más títulos”, apuntó Caldentey, quien como Bonmatí juega para el Barcelona.
España subió al trono el año pasado en Nueva Zelanda y Australia al disputar el tercer Mundial de su historia.
Los festejos, sin embargo, fueron manchados por una de las peores crisis del fútbol español, después que el entonces presidente de la federación nacional de fútbol, Luis Rubiales, besó a la delantera Jenni Hermoso en los labios durante la premiación, desatando la indignación en el país. Rubiales acabó renunciado y la Fiscalía le acusó posteriormente de agresión sexual.
España no ha bajado la guardia desde que atrapó el título mundial. Venció 3-0 a Holanda en las semifinales de la Liga de Naciones la semana pasada, resultado con el que aseguró el boleto para los Juegos Olímpicos de París este verano boreal. Alcanzaron la final tras haber anotado 26 goles.
“Este equipo no tiene techo y ahora vamos por los Juegos”, dijo Bonmatí. Francia se había clasificado de antemos al fútbol olímpico femenino por su condición de país anfitrión. “Será el equipo a batir en los Juegos, no será fácil”, comentó el seleccionador francés Hervé Renard. “Tenemos que seguir trabajando para crecer, aprender las lecciones y seguir adelante. Diría que hemos dado un paso, pero nos falta tomar el segundo. Nos queda mucho que hacer”.