CIUDAD DE MEXICO (AP) — Luego de varios intentos, un atlético joven logra adaptar su swing de béisbol a otro deporte que también se juega con bate y pelota pero que no es tan conocido entre los mexicanos.
Para Emanuel Gutiérrez, universitario mexicano de 22 años, su inmersión en el cricket se ha convertido en todo un reto dentro y fuera del campo debido a que muchos de sus familiares y amigos aún no entienden por qué no quiere ser futbolista o pelotero como tantos jóvenes en México.
Gutiérrez ha tenido que aprender a sobrellevar las bromas de sus amigos, quienes suelen preguntarle: "¿qué es ese deporte? Nunca lo he escuchado".
Lejos de amilanarse, el joven ha aprovechado los chistes de sus amigos para invitarlos a que lo acompañen a los partidos de cricket. Así, ha buscado atraer así a nuevos aficionados a la disciplina de origen inglés, que es la segunda más popular en el mundo —después del futbol_, y que cuenta con más de 2.500 millones de seguidores.
Aunque el cricket comenzó a practicarse en México en 1827 — mucho antes que el fútbol — de la mano de diplomáticos, empresarios y contratistas británicos que se establecieron en el país, el deporte no ha logrado consolidarse y su comunidad de jugadores escasamente alcanza hoy a cerca de 400, entre mujeres, hombres, jóvenes y niños, que lo practican en seis de los 32 estados.
En la última década el deporte ha tomado un nuevo aire gracias a la dirigencia deportiva, la creciente comunidad procedente de India que se ha asentado en México y aficionados como Emanuel, que trabajan activamente para expandirlo y lograr que se integre una selección nacional, dijo a The Associated Press Vinod Devjani, coordinador de equipos juveniles de la Federación Mexicana de Cricket.
El cricket es un deporte inclusivo. Desde pequeños, lo practican hombres y mujeres. Y, a diferencia de otras disciplinas que se juegan con bate y pelota no hay contacto físico entre los jugadores.
El deporte se juega en un óvalo con dos equipos de 11 jugadores y gana el que hace más carreras.
En la actualidad, la comunidad de practicantes de cricket en México está conformada mayoritariamente por gente que tiene raíces en India o Gran Bretaña y que ha encontrado en este deporte una manera de preservarlas y de estrechar los lazos con sus familiares y amigos, aun a miles de kilómetros de esas naciones.
Por años, los británicos e indios practicaron la disciplina en las diferentes localidades de México donde se establecieron, pero como nunca se procuró atraer a los mexicanos eso limitó el crecimiento en el país, admitieron dirigentes deportivos locales.
Ahora las perspectivas son diferentes. Como parte de los esfuerzos para expandir el deporte, la Federación Mexicana de Cricket ha impulsado, con el apoyo de la gubernamental Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), programas de formación de entrenadores dirigidos por jugadores indios para llevar el deporte a escuelas privadas y públicas, así como a comunidades populares, indicó a la AP el presidente de la federación, Ben Owen.
Asimismo, se promovió un plan piloto para enseñar cricket en la cárcel femenina de Santa Martha Acatitla, ubicada en el oriente de la capital mexicana. El éxito del programa fue tal que la federación extendió las prácticas a otros tres penales de mujeres y uno de hombres.
Gracias a los planes de masificación del cricket en las escuelas y en las comunidades, México logró pasar de nueve equipos que tenía el 2019 a diecisiete en la actualidad.
Pese al rápido crecimiento, Owen admitió que no se siente conforme y dijo que la meta es tener 50 equipos en el corto plazo.
"La idea de nosotros es crecer en el juego en todas las regiones en las que tenemos una presencia, pero de forma horizontal, es decir, más niños jugando significa para nosotros más jugadores en el futuro", afirmó el dirigente.
Explicó que entre los planes de federación está consolidar una selección nacional de mujeres y hombres que puedan salir a competir y ganar los torneos internacionales, y colocar el nombre de México en el podio de mundo del cricket.
Una de las piezas clave que está participando activamente en los planes de expansión es Pratik Singh, ejecutivo indio de 36 años traído a México hace casi un lustro por una transnacional de su país.
Singh es actualmente el entrenador del equipo femenino de cricket e imparte talleres de formación en comunidades pobres de la capital y a niños sordomudos.
"Llegué a México sin pensar en el cricket", dijo Singh entre risas al recordar cómo poco después de arribar al país retomó la práctica por diversión junto a otros miembros de la comunidad india.
Al cabo de dos años se convirtió en el entrenador del equipo de mujeres.
El ejecutivo manifestó que, al ver la cantidad de países que están compitiendo en el mundial y la expansión que ha tenido el cricket en América se llena de esperanzas de que este deporte, la pasión en India, se pueda multiplicar aún más, especialmente en México.
"Nosotros los hindúes podemos compartir nuestro conocimiento, pero para hacer un crecimiento importante a nivel de México hay que involucrar más a los mexicanos", agregó.
Es por ello que la incorporación de mexicanos como Gutiérrez al equipo local ha llenado de ilusiones a los directivos, promotores y aficionados.
En medio de un campo deportivo a las afueras de la capital mexicana, donde por las mañanas se juega futbol y en las tardes cricket, Gutiérrez trabaja arduamente por varias horas para mejorar su swing y no soltar el bate después de chocar la pelota, como lo hacía antes, cuando jugaba beisbol.
Pese al esfuerzo, el joven asegura sentirse feliz.
"Si los mexicanos lo conocen y realmente saben cómo es este juego creo que tiene mucho potencial para que les guste mucho", confió.