CIUDAD DE MÉXICO, mayo 5 (EL UNIVERSAL).- Sergio "Checo" Pérez deberá ser inteligente, sortear las condiciones climáticas y pasar pronto a las Ferraris si lo que quiere para este domingo en el Gran Premio de Miami es el podio... o la victoria.
El piloto mexicano culminó ayer por la tarde en el cuarto puesto en la clasificación, con tiempo de 1:27.460, que le harán largar desde la segunda fila en Florida.
Delante de él, en la cima, aparecerá el neerlandés campeón del Mundo Max Verstappen (1:27.241) y en segundo y tercero los autos rojiazules del Cavallino Rampante, con Charles Leclerc (1:27.382) y Carlos Sainz (1:27.455), respectivamente.
El mexicano sabe que este circuito le sienta bien, en el pasado ya fue Pole Man y ya conoce el podio, además de que mucha gente le apoya, por lo que se puede sentir local y tomarlo como impulso para tener una buena actuación.
"Miami es una pista que les favorece bastante (a Ferrari) y en general teníamos para más, cometí un pequeño error en la curva 8, pero los márgenes fueron muy pequeños. No pudimos tener esa progresión, todos tuvimos ese problema, todo está al límite con la temperatura", dijo el 11 de Red Bull a los medios.
Sergio defenderá hoy su segundo lugar en la tabla, en la que hasta antes de correr en Miami Gardens cuenta con 91 puntos por los 83 que tiene el monegasco Leclerc, tercero del Mundial.
"Espero estar en la pelea con Ferrari desde temprano; hemos hecho cambios que nos ayudarán en el ritmo para la carrera", agregó Pérez.
Detrás del tapatío estarán los McLaren en quinto y sexto con Lando Norris y Oscar Piastri, mientras que en el séptimo y octavo largarán los Mercedes de George Russell y Lewis Hamilton, que no han podido mostrarse fuertes y el reflejo claro es la frustración en cada toma en la que se ve a Toto Wolff, jefe del equipo de las flechas plateadas.
El Top 10 lo completan el Haas de Nico Hulkenberg y el RB del japonés Yuki Tsunoda.
Por su parte, el español Fernando Alonso, que tuvo una mala sesión de Qualy, se tuvo que conformar con el puesto 15, lo que le hará remar contra corriente en la lucha por algunos puntos en los Estados Unidos.