La raza de Pumas es especial y nunca se rinde: Lillini

Aquel Pumas que salió victorioso del Estadio Azteca no se vio la noche de este jueves en el Olímpico Universitario, frente a un Atlas que hizo un juego casi perfecto.
Los Rojinegros se impusieron en Ciudad Universitaria (1-0), para llevarse a su casa una ventaja que los mantiene en su cuento de hadas. Los Zorros hoy sueñan más que nunca con una final más en su historia.
Julio Furch y Camilo Vargas hicieron a la afición del Atlas ver aquel 1999 como un recuerdo que podría refrescarse.
Primero, el espigado goleador enmudeció al Olímpico Universitario con un zapatazo inalcanzable para Alfredo Talavera (46’).
Dos minutos después, apareció la polémica en Ciudad Universitaria y con ésta la ilusión de la afición auriazul.
Jéremy Márquez barrió a Sebastián Saucedo dentro del área y Jorge Isaac Rojas decretó la pena máxima. La jugada fue revisada en el VAR y la decisión fue invalidada, ante el desconcierto de los seguidores felinos.
Así se fueron al descanso, con la fiesta en las tribunas invadida por la incertidumbre. En la parte complementaria, el rumbo fue similar: La mejor defensiva del torneo (11 goles recibidos) aguantando los pocos embates universitarios y mostrando peligrosidad en los contragolpes.
Del Alan Mozo ante América, no hubo ni un centro bueno. El mediocampo felino nunca estuvo cómodo. La línea de cinco de los Zorros parecía imbatible y así fue, la Academia salió con una excelente ventaja para el encuentro de este domingo en el estadio Jalisco.
En tiempo de compensación, Vargas le arrebató a Higor Meritao una oportunidad inmejorable. El arquero colombiano realizó una soberbia atajada al achicar un mano a mano ante el volante brasileño.

Andrés Lillini fue controlado por el rival y, salvo una cerca del final, no tuvo opciones claras. A Diego Martín Cocca le salió todo.
Los capitalinos aún tienen vida y sus recientes hazañas refuerzan una ilusión que llegará casi intacta para el choque de vuelta. "La raza de Pumas es especial y nunca se rinde", presume Andrés Lillini... Una prueba más para la garra universitaria.