Luis Enrique es el octavo técnico que dirige al Paris Saint-Germain en los 12 años que han transcurrido desde que el club de Qatar tomó el control, una estrategia de contratar y despedir sin reparos que hasta ahora no ha redundado en hacer realidad el gran objetivo de ganar la Liga de Campeones.
El extécnico de la selección de España y el Barcelona firmó un contrato por dos años en julio, poco después que Christophe Galtier fuera cesado al cabo de una temporada. Luis Enrique afronta dos retos: ser más competitivo en Europa y que el equipo tenga una propuesta de juego más vistoso a la desplegada por sus antecesores.
Nasser Al-Khelaifi, el presidente del club de la capital francesa, aseguró que la contratación de Luis Enrique refleja un nuevo ciclo con un estilo más atractivo. En el PSG, sin embargo, es muy fácil hacer promesas que luego no se pueden cumplir.
La primera función con Luis Enrique será contra el modesto Lorient el sábado, y se prevé que el estratega apelará a su 4-3-3 predilecto. Pero incluso antes de dirigir su primer partidos, medios españoles informaron el pasado fin de semana que ya estaría meditando renunciar, frustrado por el manejo de la situación contractual de Kylian Mbappé.
A esta altura, Luis Enrique no tiene asegurado si cuenta con Mbappé. El conflicto por la continuidad del astro sigue sin resolverse, y el diario deportivo L'Equipe reveló el lunes que Neymar, la otra superestrella del club, quiere irse este mismo verano.
Mbappé mantiene una pulseada con el PSG desde que le notificó al club el mes pasado que no ejecutará una extensión de 12 meses en su contrato, lo cual significa que podría marcharse gratis el año próximo a menos que sea vendido antes que se cierre el actual mercado de pases.
Si el delantero francés se queda, entonces Luis Enrique será su quinto técnico desde que se incorporó en 2017. Los anteriores siempre se quedaron debiendo en la Liga Campeones, con Thomas Tuchel alcanzando la final de la abreviada edición de 2020.
Luis Enrique había estado sin dirigir desde la eliminación de España en los octavos de final del Mundial el año pasado. Prometió que el PSG adoptará la misma vocación ofensiva que fue el sello de su etapa en el Barça, donde completó una tripleta de títulos en 2015.
La delantera azulgrana estaba conformada por Luis Suárez, Neymar y Lionel Messi, quien al final de la temporada abandonó el PSG para fichar con el Inter Miami de la MLS.
Luis Enrique encuentra a un PSG en transición. Pero no es la primera vez que el asturiano de 53 años depura equipos.
Si Mbappé es vendido, Luis Enrique tendrá que depender más en Neymar — si es que sigue en el club — o refuerzos como el portugués Gonçalo Ramos. El nombre del extremo francés Ousmane Dembélé ha sonado con un inminente fichaje del PSG.
La velocidad y regate de Dembélé insinúan que sería un buen socio de Mbappé, pero su acierto goleador deja mucho que desear. Apenas ha anotado 40 goles en 185 partidos con el Barcelona y sólo cuatro en 37 con Francia.
Lo que necesita Luis Enrique es un delantero centro de primer nivel, pero no hay muchos en el mercado. El inglés Harry Kane está en la mira del Bayern Múnich
También se ha planteado la adquisición de Randal Kolo Muani, atacante de 24 años del Eintracht Frankfurt. Es otro jugador de gran habilidad, pero verde como definidor — fijó un tope personal de 15 goles la pasada temporada.
Repetir como campeones de la Ligue 1 estaría al alcance para Luis Enrique, con el Olympique de Marsella como único rival de cuidado.
Pero aspirar a la esquiva Copa de Oro podría estar otra vez lejos en su primera temporada, con o sin Mbappé.