CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 4 (EL UNIVERSAL).- Observador, analítico y colaborativo fue como se vio Rafael Márquez en su primer día como auxiliar técnico de Javier Aguirre en la Selección Mexicana de Futbol, tal y como lo dijo: "vengo a aprenderle al mejor entrenador de la historia de mi país" y así se vio.
De entrada, fue el primero en llegar a la cancha, junto con el "Vasco", antes del inicio de la práctica, luego estuvo atento y ayudó a mover las vallas, pidió balones, ubicó conos para que los jugadores hicieran el trabajo ordenado por Aguirre.
Charló unos momentos con Toni Amor y Pol Lorente, los otros auxiliares, más tarde lo hizo con Javier, después se alejó a la orilla del campo y desde ahí se tomó la barba para observar la práctica sin participar demasiado en las decisiones, sólo miraba y analizaba, veía los movimientos de los futbolistas, como lo hacía desde la defensa, cuando era el capitán de la Selección, donde observaba al equipo y acomodaba a sus compañeros.