El primer triunfo en partido oficial de la historia del Real Madrid en Grecia, con una exhibición futbolística de Vinícius y goleadora de Kylian Mbappé, autor de cuatro tantos que sin embargo no espantan los fantasmas por una fragilidad defensiva que premió el ímpetu de Olympiacos.
La situación del Real Madrid demandaba una reacción inmediata. Sus jugadores estaban obligados a dar un paso al frente tras ser respaldados públicamente por su entrenador. Se lo debían a Xabi Alonso que volvió a agitar su equipo titular con hasta seis cambios para regresar a la senda de la victoria tras tres malos resultados, recuperando la pegada pero sin lograr despejar las dudas defensivas.
Era el primer partido de Lunin desde el 24 de mayo, con Courtois en casa con un virus. El primero de Mendy desde el 26 de abril. La sorprendente apuesta de Xabi en el lateral izquierdo. Con Carreras de central ante la plaga de lesiones en defensa y Fran García en el banquillo junto a Jude Bellingham. Unas leves molestias le dejaron fuera y el Real Madrid, con el regreso de Tchouaméni con Camavinga de pareja, aumentó el músculo en el centro del campo.
No ayudó a incrementar la seguridad. Golpeado de nuevo por el rival, por conocido que sea el plan de Mendilibar. Balones en largo, intensidad de la segunda línea y fútbol directo. Tras una arrancada de Vinícius que era un mensaje de inspiración en su mejor actuación del curso, con el vuelo de Tzolakis para evitar el primero al buen disparo del brasileño, la incomodidad madridista quedó plasmada en falta de intensidad defensiva.
Triangularon con facilidad tres jugadores de Olympiacos al borde del área, sin que nadie les encimase, antes de que Chiquinho sorprendiese a Lunin con un latigazo pegado al poste. El primer disparo a su regreso era un castigo a los ocho minutos. El Real Madrid podía pasar de bache a crisis pero tenía un jugador que haría todo lo posible por evitarlo: Vinícius.
Se echó al equipo a sus espaldas, desbordando siempre cayendo a banda izquierda. Sus continuos intentos contrastaban con la imagen de una defensa de cristal. Lunin se convirtió en Courtois con una parada salvadora para evitar el 2-0 con una estirada a un nuevo disparo de Chiquinho que sacó con una gran mano abajo.
Al Real Madrid le salvaría su pegada. La de Mbappé. En siete minutos marcó un triplete. Favorecido por la valentía asociada a osadía de Mendilibar. Su línea defensiva adelantada era un disparo al pie ante la inspiración de Vinícius y la velocidad de Kylian.
Con un pase que habría firmado Luka Modric, con el exterior del pie desde la línea del centro del campo pegado a cal, Vinícius presentó a Mbappé la oportunidad de levantar a su equipo. No perdonó en la definición. Apenas dos minutos después reaparecía la asociación Güler-Mbappé que volteaba el marcador con un tesarazo. Y sin tiempo para asimilar los golpes Olympiacos, recibió el tercero.
De nuevo un balón en largo a una defensa que temblaba, de Camavinga a Mbappé, que la pinchaba de diestra y cruzaba su disparo a la salida desesperada del portero rival. El desquite a tres partidos sin marcar que tanto acusó el Real Madrid. El regreso de la confianza ofensiva exhibiendo efectividad.
En pleno vendaval veía como le anulaban el cuarto en una acción de Vinícius. Pero ni en esos momentos se fortaleció defensivamente el equipo de Xabi Alonso. De nuevo endeble a un balón en largo que dejó solo a El Kaabi, al que encimó con su rápida salida Lunin, que tapó espacios y sacó el disparo con el cuerpo.
El partido era un intercambio de golpes con defensas inexistentes. El travesaño repelía un potente disparo de Tchouaméni después de una jugada en la que perdonó el cuarto Güler. Con todo para marcar tras una nueva jugada de Vinícius, optó por dar una nueva asistencia a Mbappé. De tener la sentencia a un aviso de como acabaría el partido que no fue captado porque Lunin volvió a hacer una gran parada a un testarazo de El Kaabi en el añadido.
A Olympiacos nunca le afectó el guion cambiante de partido. Buscó siempre el gol y encontró a dos socios inesperados en el centro de la zaga madridista. Todos miraron el salto de Taremi y su testarazo a la red en el arranque del segundo acto. De la misma forma que cada jugador del Real Madrid sintió sentenciado el partido a la hora de juego, cuando de nuevo Vinícius, sin nadie que lo frenase, le ponía el balón de gol a Mbappé. De puntera, adelantándose a su defensor, marcaba su novena diana en cinco jornadas de 'Champions'.
Mientras 'Vini' se divertía marchándose de todos y viendo como solo la parada de Tzolakis al balón picado le alejaba del gol, el resto de sus compañeros se apagaron para acabar el partido con extrañas sensaciones, deseando el pitido final y aumentando las dudas. Otro tanto de cabeza, en esta ocasión de El Kaabi en el minuto 81, con Carreras mirando, devolvía la emoción de golpe. Y el duelo se cerró con un nuevo remate de El Kaabi cerca del poste y un disparo de Hezze que rondó el gol ante la desesperación de Lunin.
Giménez da la victoria al Atlético en el minuto 93 (2-1)
Un gol del uruguayo José María Giménez en el minuto 93 dio la victoria al Atlético de Madrid ante el Inter de Milán (2-1) en partido de la quinta jornada de la primera fase de la liga de campeones, disputado en el estadio Metropolitano.
Un gol del argentino Julián Alvarez dio ventaja al Atlético en el minuto 11 y Zielinski empató a uno en el minuto 53, tras una pared con Bonny. En el minuto 93 Giménez remató de cabeza a la red un corner sacado por Griezmann. El Atlético suma 9 puntos y el Inter 12. EFE.
El Arsenal somete al Bayern
Quién le hubiera dicho al Arsenal no hace tanto que sometería con tanta superioridad al Bayern Múnich, su bestia negra en Europa en la última década. Y quién les diría que casi se les quedaría corto el 3-1 que endosaron a los bávaros, para la exhibición de poderío de los de Mikel Arteta que se quedan como el único equipo de la Champions League que ha ganado sus cinco partidos.
Ni un Manuel Neuer a camino entre la vitola de salvador y sus errores, ni la aparición del jovencísimo Lennart Karl aplacaron a un Arsenal que está empeñado en vestirse de favorito en esta Champions League, el título que añoran sus vitrinas.
Con los goles de Jurrien Timber, a balón parado, cómo no, el estreno de Noni Madueke y la sentencia de Martinelli, los de Arteta sometieron al Bayern y virtualmente firman su presencia en los octavos de final del torneo.
El 3-1 seguramente no refleje la superioridad 'Gunner', sobre todo en una segunda parte plagada de ocasiones para ellos. Los primeros 45 minutos fueron mucho más tácticos y precisos, con un gol para cada lado. Timber aprovechó un córner de Bukayo Saka para el duodécimo gol a balón parado de los de Arteta este año, mientras que Karl castigó un balón a la espalda de la defensa del Arsenal. Kimmich dirigió un balón preciso desde cuarenta metros, Gnbary lo descargó y de primeras Karl, de 17 años, lo mandó a la red. Primer gol que recibe David Raya en esta Champions. Han tenido que pasar 380 minutos para ello.
Llegada la segunda parte, el Arsenal lo hizo todo para ganar. Bukayo Saka, Mikel Merino, Mosquera y Declan Rice, en un mano a mano sacado por Neuer que recordó a los mejores tiempos del alemán, lo rozaron, pero fue Madueke, que había entrado por el lesionado Leandro Trossard el que rompió la igualdad.
Con el Bayern metido atrás, Riccardo Calafiori puso un centro fuerte al segundo palo al que no llegó Merino, pero sí Madueke para firmar su primer tanto con la camiseta del Arsenal.
Cuando buscaban los bávaros el empate, un balón largo de Eberechi Eze supuso la sentencia. Martinelli salió a la carrera, se acomodó el control para salvar la salida kamikaze de Neuer y marcó a puerta vacía.
Qué manera de sellar una victoria y de quedarse como el líder de esta Champions y como el único equipo que firma un pleno de victorias en la competición. Los 'Gunners' suman quince puntos, cinco más que el noveno, y han marcado catorce goles y recibido solo uno en contra.
Los aficionados del Arsenal le terminaron cantando a Harry Kane, exjugador del Tottenham: "Harry, ¿cuál es el resultado?", mientras que uno de los más optimistas se marchó gritándole a la tribuna de prensa: "fácil, muy fácil, líderes".
El Bayern, pese a la derrota, está cuarto, con doce unidades, por lo que su clasificación sigue a tiro. Tienen que jugar aún contra Sporting de Portugal, Royale Union y PSV. Al Arsenal le queda el Brujas, Inter de Milán y el Kairat Almaty.