Minutos después que la estrella estadounidense de la gimnasia artística atrapó su la séptima medalla olímpico de oro en su carrera al ganar el salto de potro en una final que ratificó que a sus 27 años está en una categoría aparte, se expresó esquiva sobre si el evento marcó la última vez que se le vería compitiendo.
Aunque Biles indicó que dejará de ejecutar el "Yurchenko double pike", la pirueta que es es su sello de presentación — dijo que "medio que lo acerté" en los Juegos de París, no descartó volver a una justa olímpica cuando se escenifiquen en Los Ángeles en 2028.
"Nunca digas nunca", señaló Biles. "Los próximos Juegos Olímpicos serán en casa. Nunca se sabe. Ya me estoy poniendo viejita".
A veces cuesta decirlo.
Biles promedió 15.300 puntos para consagrarse por segunda vez en el evento, ocho años después de hacerlo en Río de Janeiro.
La brasileña Rebeca Andrade, quien escoltó a Biles en la final del concurso completo el jueves, se llevó la medalla de plata, apenas por delante de la estadounidense Jade Carey, quien atrapó el bronce.
Biles es la segunda mujer que se corona dos veces en el potro. La otra fue Vera Casalavska, quien encadenó los títulos en 1964 y 1968.
La victoria dejó a Biles con un gran total de 10 preseas olímpicas en su carrera, empatada por el tercer lugar en la historia de la gimnasia femenina. También incrementó a 40 su cosecha de medallas en competiciones internacionales de envergadura, la mayor cantidad conseguida por una gimnasta.
Biles podría aumentar ese total el lunes si termina entre las tres primeras en barra de equilibrio y ejercicio de piso.
El público que llenó la Arena de Bercy estalló en una ovación cuando se anunció a Biles. Ataviada en un leotardo rojo, la estadounidense brindó una nueva actuación para el recuerdo en lo que podría ser la última competencia de salto de su carrera.
Concretó su "Yurchenko double pike" luego de salir a toda velocidad hacia el trampolín, dando dos giros hacia atrás en posición con las manos sujetas detrás de las rodillas. Aterrizó con un gran rebote, cortesía de la energía que genera, y su pie derecho sobre la línea que delimita la zona.
Los jueces le restaron un punto por eso. No importó. Su registro de 15.700 significó que sólo necesitaba evitar una catástrofe en su segundo intento para llevarse la victoria. En su lugar, concretó un Cheng, el cual requiere una vuelta de carro hacia el trampolín, medio giro hacia el potro y luego giro y medio y una vuelta hacia el frente.
El marcador de 14.900 puntos significó que las ocho mujeres restantes debían aspirar como máximo a la plata.
La brasileña Andrade, campeona de la prueba en Tokio, presentó dos excelentes saltos para quedar en segundo lugar y colgarse su tercera presea de los juegos, luego de ganar la plata en el programa completo y el bronce por equipos. El promedio de Andrade de 14.966 estuvo muy por encima del resto de las competidoras.
Carey, quien trastabilló en la final de salto en Tokio y finalizó octava, ganó su tercera medalla olímpica, que se suma al piso que conquistó en Tokio y al oro por equipos junto con Biles del martes pasado.
Oro para Filipinas
Carlos Yulo atrapó la segunda medalla olímpica de oro en la historia Filipinas, superando el sábado al israelí y campeón defensor Artem Dolgopyat en la final masculina de ejercicios de suelo en los Juegos de París.
Yulo, de 24 años, logró 15.000 puntos, justo por delante de Dolgopyat con 14.966. El británico Jake Jarman se llevó el bronce con un puntaje de 14.933.
El filipino completó un desmontaje con triple torsión durante su último pase. Alzo los brazos y rugió dentro de una Arena de Bercy abarrotada antes de bajar del podio.
Yulo se une a la levantadora de pesas Hidilyn Díaz como campeones olímpicos de Filipinas. Díaz ganó el oro en la división femenina de 55 kilogramos en Tokio hace tres años.
La final masculina de caballo con arzones también será más tarde el sábado. El estadounidense Stephen Nedoroscik y el irlandés Rhys McClenaghan empataron en la clasificación con la mejor puntuación.
Oro inédito para Irlanda
Rhys McClenaghan le dio a Irlanda su primera medalla en la gimnasia olímpica tras superar al kazajo Nariman Kurbanov y al estadounidense Stephen Nedoroscik en una entretenida final del caballo con arcos.
El dos veces campeón del mundo se alzó con el oro con una notable puntuación de 15.533.