CLEVELAND (AP) — Tras apenas cinco turnos en el juego, los Tigres perdían 5-0 y parecían liquidados.
Por primera vez en meses, Detroit no lució como el equipo más dominante del béisbol. A fin de cuentas, tampoco demostró cómo llegó a los playoffs.
La decisión del manager A.J. Hinch de no usar a un abridor tradicional en el primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana fue contraproducente. Tyler Holton no pudo registrar un out y el relevista Reese Olson permitió un jonrón de tres carreras a Lane Thomas en la primera entrada, para que los Guardianes de Cleveland se impusieran por 7-0.
Los Tigres llegaron confiados, con una marca de 31-13 desde el 11 de agosto para ganar un lugar en la postemporada antes de barrer a Houston, campeón de la División Oeste de la Liga Americana, en la ronda de comodines.
Pero un comienzo horrible, incluido un error de fildeo del tercera base Zach McKinstry en el primer episodio, llevó a Detroit a sufrir su peor derrota por blanqueada en playoffs desde el primer juego de la Serie Mundial de 1945.
Los Tigres tuvieron la oportunidad de asestar el primer golpe, pero dejaron varados a dos corredores en el primero contra Tanner Bibee de Cleveland.
Los Guardianes aprovecharon entonces su ofensiva, así como los errores del pitcheo y de la defensiva contraria para colocar la pizarra 5-0.
Los Tigres no pudieron hacer nada a la ofensiva contra Bibee o el bullpen de Cleveland, que se combinó para 4 1/3 entradas sin hits. Los bateadores de Detroit se poncharon 13 veces, y los Tigres no lograron que un corredor pasara de primera en las últimas cinco entradas.
"Tenemos que seguir jugando nuestro juego contra ellos", dijo el jardinero Parker Meadows. "Han sido muy buenos todo el año y lo sabemos, pero también hemos sido bastante buenos".
Si hay algo positivo, es los Tigres tienen a Tarik Skubal.
El zurdo lideró la Liga Americana en victorias, efectividad y ponches, y abrirá el segundo juego el lunes luego de un día de descanso que los Tigres podrían aprovechar después de comenzar la semana en Texas, pasando un día en Michigan y el fin de semana en Ohio.