PARÍS (AP) — El Tour de Francia concluyó el domingo pasado en Niza, donde el esloveno Tadej Pogacar se proclamó campeón por tercera vez tras superar a su rival Jonas Vingegaard.
La ronda gala dejó a varios de los mejores ciclistas del mundo a nivel óptimo para competir en los Juegos Olímpicos de París.
Para otros, el reto es recuperarse de tres agotadoras semanas para afrontar la contrarreloj del sábado.
El calendario del ciclismo fue modificado para estos Juegos de Verano, y la carrera de ruta que tradicionalmente pone en marcha la programación quedó para más adelante, con el fin de que los corredores pudieran tener más descanso. Pero para que el calendario pudiera cumplirse, la contrarreloj quedó fijada para el día posterior a la ceremonia de apertura, y ello implica que varios de los que vienen del Tour aún tendrán las piernas temblorosas.
La gran figura es Remco Evenepoel, el belga de 24 años que ganó la primera de las dos cronometradas del Tour y finalizó tercero en la clasificación general.
Luego que Pogacar se bajó de los Juegos por cansancio, la carrera contra el reloj está para cualquiera, especialmente el escaso tiempo que los competidores tendrán para recuperarse de su trayecto por el territorio francés.
"Los tres favoritos son (el italiano) Filippo Ganna, Remco y (el británico) Josh Tarling", dijo Brandon McNulty, el campeón estadounidense de la contrarreloj que no compitió en el Tour y confía que sus piernas frescas le permitan conseguir la primera medalla de su país en la contrarreloj masculina desde 2008.
Después de una pausa, McNulty siguió dando nombres en su lista de candidatos, como el suizo Stefan Kueng. También el belga Wout van Aert, dependiendo a que se ha recuperado tras figurar siete veces dentro de los 10 primeros durante el Tour.
La carrera arrancará en la Explanada de los Inválidos y culminará en el Puente de Alexandre III. Todos los corredores pasarán por Notre Dame, la Plaza de la Bastilla y la ex residencia real en el Chateau de Vincennes, además de otros sitios icónicos de París.
No irán al Campo de los Elíseos, el histórico bulevar donde el Tour suele finalizar pero que fue tomado por los Juegos y obligó que el segundo de los tres grandes Tours acabara en Niza.
"Es un recorrido muy llano, una cuantas curvas, pero bastante sencillo", dijo McNulty.