El Mallorca está a un paso de asegurar la permanencia tras derrotar este sábado a la UD Las Palmas (1-0) con un gol del defensa uruguayo Gío González en la primera parte de un choque que el equipo del mexicano Javier Aguirre tuvo bajo control, pero en el que acabó sufriendo.
La victoria mallorquinista, que condenó al Granada al descenso antes de enfrentarse al Real Madrid, obliga al conjunto grancanario a tener que seguir remando para salvarse de manera matemática.
El primer triunfo del Mallorca desde marzo podría tener un valor doble si el Cádiz pierde o empata ante el Getafe. También, agrava la racha del Las Palmas, que encadenó su octava derrota consecutiva en Son Moix.
La enorme trascendencia de los puntos en juego para ambos equipos quedó de manifiesto desde el inicio del encuentro. Atacó más el Mallorca, pero le costó un mundo generar ocasiones.
Las Palmas centró su objetivo en defenderse, aguantó todo lo que pudo en su campo, aunque fue el primero que amenazó con un cabezazo fallido de Marvin Park, el extremo mallorquín cedido por el filial del Real Madrid al conjunto amarillo.
Los nervios se fueron apoderando de Son Moix y del cuerpo técnico mallorquinista con algunas decisiones polémicas del árbitro. Y también porque el Mallorca tampoco creaba ocasiones claras ante el meta Álvaro Vallés.
El gol mallorquinista llegó después de un saque largo del meta Rajkovic que peleó Jaume Costa con decisión para habilitar a Gío González.
El carrilero charrúa conectó un disparo que se coló en la portería grancanaria, con Muriqi en medio de la jugada y en posible fuera de juego, lo que obligó al VAR a chequear la acción.
Fue el premio a la insistencia de los bermellones, obligados como estaban a sumar los tres puntos en juego.
Las Palmas, con Moleiro por Benito en sus filas, intentó reaccionar en la reanudación. La entrada del futbolista tinerfeño, perfilándose desde la banda izquierda, ejerció una gran influencia en el juego visitante.
Su movilidad entre líneas desajustó las marcas en la defensa mallorquinista. Moleiro pudo empatar (min. 61) con un gran derechazo ajustado al palo derecho que obligó a Rajkovic a lucirse para desviar la pelota a córner.
García Pimienta reforzó su ataque con la entrada al campo de Sandro y Munir, pero el bloque defensivo mallorquinista respondió con acierto. Los nervios en el campo volvieron a aparecer en el tramo final. Las Palmas se lanzó en busca del empate ante un Mallorca atrincherado atrás, defendiendo con todo una victoria que le sitúa a un paso de la permanencia.
Al final, el gol de Gío González fue providencial para certificar tres puntos de oro que pueden valer una permanencia.