Mathieu van der Poel sufrió una caída cuando comandaba la carrera de ruta del campeonato mundial de ciclismo, rompiéndose una zapatilla y dejar rota su camiseta. Pese a quedar magullado, el neerlandés mantuvo el aplomo, se subió de inmediato a la bicicleta y se encaminó a la victoria el domingo.
Van der Poel pedaleaba junto Tadej Pogacar, el dos veces campeón del Tour de Francia; Wout van Aert, especialista de clásicas de un día; y Mads Pedersen, un excampeón mundial. Lograron cazar al fugado Alberto Bettiol y finalmente van der Poel se escapó, en medio de la lluvia, para llevarse la victoria en las empapadas calles del centro de Glasgow, Escocia.
"Era uno de los objetivos más grandes que tenía pendiente, y ganarlo hoy es increíble", dijo. "En mi opinión, esta victoria completa mi carrera, es la mayor victoria en carretera. Todavía no puedo imaginarme competir con la (camiseta) arcoíris durante un año"
Ello incluye los Juegos Olímpicos de París, donde van der Poel estará entre los favoritos el próximo verano boreal.
Ni siquiera un error el domingo, cuando Van der Poel se fue contra una barrera al dar un giro brusco, pudo frenarle. Al cruzar la meta, el nieto de Raymond Poulidor alcanzó lo que el ícono francés nunca pudo — subió al podio cuatro veces en un Mundial pero nunca al cajón más alto.