En una gesta que quedará marcada en la historia del voleibol nacional, la selección mexicana masculina de voleibol de sala, liderada por los talentosos jugadores potosinos Daniel Fajardo y Cesar Altamirano del Club Toros de San Luis Potosí, logró una hazaña sin precedentes al asegurar su pase al Campeonato Mundial Sub-17.
La travesía hacia el Olimpo del voleibol comenzó en el Continental NORCECA, celebrado en la vibrante ciudad de Poza Rica, Veracruz. Bajo la tutela del estratega Omar Rivera, el equipo nacional selló su boleto a la primera edición del Mundial Sub-17 con una actuación estelar que los llevó a las semifinales y, finalmente, a conseguir la medalla de plata tras una intensa batalla contra Puerto Rico en la gran final.
El camino hacia el éxito se delineó con la victoria contundente en tres sets (25-18, 25-18 y 25-15) frente a Costa Rica en las semifinales. En la final ante Puerto Rico un emocionante encuentro que se decantó 3-1 (25-23, 24-26, 25-16, 25-20) a favor de los puertorriqueños. A pesar de la derrota, el equipo mexicano se alza con la frente en alto, no solo por la medalla de plata sino por el boleto asegurado al Mundial Sub-17, un logro que eleva el estatus del voleibol juvenil mexicano a nivel global.
Daniel Fajardo y Cesar Altamirano, fueron piezas clave en esta gesta histórica. Su destreza en la cancha y su compromiso con el equipo han dejado una impronta imborrable en la memoria de los aficionados y auguran un futuro prometedor para el voleibol potosino.