Después de la Segunda Guerra Mundial, Europa necesitaba un transporte económico y de corta distancia. Aunque el diseño es italiano, se construyó en países como España, Bélgica, Francia, Brasil, Alemania o el Reino Unido.
Desde su aparición en las calles, su puerta delantera, su diseño en forma de burbuja y su reducido tamaño han llamado la atención de varios desarrolladores que han visto en su concepto un modelo para resucitar en formato eléctrico.
Ahora que las políticas de cero emisiones empiezan a despegar, se recupera el interés por este microauto. Ahora es Artega, un fabricante alemán, quien lo reinterpreta en el Karo-Isetta.
Mantiene unas dimensiones muy reducidas y una puerta que abre todo el frontal (en el que se incluye el volante y el parachoques). Las ruedas posteriores del Artega Karo-Isetta están ubicadas dentro de la carrocería y parcialmente carenadas.
También cuenta con novedades tecnológicas actuales como son los faros LED, los grupos ópticos traseros con la misma tecnología y, por supuesto, una mecánica 100% eléctrica. Se sabe que el Karo-Isetta alcanzará una velocidad máxima de 90 km/h, podrá transportar un peso máximo de 200 kilos y tendrá 200 km de autonomía.