Los pies sobre el tablero del coche: cómodo, pero muy peligroso

En caso de impacto a menos de 60 kilómetros por hora, los daños pueden ser mortales

Cuando el viaje es largo y nunca está de más echar una siesta, el ocupante del asiento de copiloto en el coche se pone lo más cómodo que le da el espacio y los más relajados suben los pies sobre el tablero, más si llevan calzado fácil de quitar. 

Incluso a una velocidad por debajo de los 70 kilómetros por hora, con el cinturón puesto, en caso de pérdida de control del vehículo, volcadura o impacto, la posición entraña riesgo de graves consecuencias para la estructura ósea.

Con el verano vacacional, temporada de largos trayectos carretero de ida y vuelta en España, se disparan los casos de accidentes carreteros que tienen consecuencias serias por viajar con los pies sobre el tablero, y  las videocámaras y las multas de cien euros no han logrado disuadir a los más comodones, la Dirección General de Tráfico de ese país difundió un imagen del tuit bastante explícita de lo que puede ocurrir al copiloto que va acostado con piernas en alto en caso de incidente.

El mensaje original es de Verónica, @VdeVeroReal, una enfermera emergencista que mostró, a manera de advertencia, una radiografía real del daño sufrido por una persona que llevaba los pies en el salpicadero cuando tuvo un accidente.

Las lesiones resultantes son muy severas por el impacto en las piernas, la cadera y la pelvis. Se despliega la bolsa de aire, sí, diseñada para proteger la cabeza y el torso sin obstáculos en su despliegue en fracción de segundos. Con las piernas de por medio, el efecto es contrario. Además, el cinturón de seguridad tampoco habría cumplido su trabajo con eficacia, incapaz de sujetar el cuerpo del ocupante a consecuencia del llamado efecto submarino, el deslizamiento que produce cuando el cinturón de seguridad no se coloca bien y el cuerpo se "escurre" sin ser retenido porque no va bien retenido ni en la posición adecuada. 

Pero los daños no se limitan al tren inferior del cuerpo. El Real Club de Automovilistas de España (RACE) y Goodeyar realizaron pruebas de impacto con los ocupantes en distintas posiciones y en el caso de los pies sobre el tablero, una prueba de choque (realizada a 56 km/h contra un muro rígido) concluía que la persona sufriría lesiones mortales en el pecho o discapacitantes en la columna vertebral y también en la cabeza, por los golpes contra las piernas. Debido a la violencia del impacto, el ocupante terminaba por romper el parabrisas con las piernas y fuera del vehículo.