BUENOS AIRES.- El gobierno argentino enviará el lunes a la ciudad de Rosario un contingente de fuerzas de seguridad federales que contarán con la asistencia logística de militares tras la ola de asesinatos a sangre fría de varias personas en espacios públicos supuestamente encabezada por bandas de narcos.
“Estamos acorralando al narcotráfico... no estamos dispuestos a ceder ni un milímetro”, dijo el lunes el presidente Javier Milei al canal de televisión LN+ en alusión al comité de crisis que el gobierno nacional ha puesto en marcha en coordinación con el de la provincia de Santa Fe —donde se encuentra Rosario— para hacer frente al escenario de violencia.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su colega de Defensa, Luis Petri, dieron detalles del plan excepcional de seguridad desde Rosario, localidad considerada la más peligrosa de Argentina a causa del accionar desde hace años de las bandas de narcotraficantes que han ido ganando cada vez más poder.
Rosario permanecía el lunes semi paralizada por el impacto social que han causado los asesinatos a distintos trabajadores mientras cumplían sus tareas y que el gobierno atribuyó a mensajes mafiosos de las organizaciones criminales contra las autoridades nacionales y locales. No hay clases en los colegios ni transporte público y recolección de residuos. Además, comercios de algunos barrios mantienen sus puertas cerradas.
Durante la oleada de violencia aparecieron mensajes de amedrantamiento contra las autoridades advirtiendo que correrá más sangre en Rosario y exigiendo derechos para los presos. El propio gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ha denunciado que ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones desde que asumió en diciembre.