Buenos Aires, Arg.- El sindicalismo argentino prometió “seguir la lucha” contra las reformas y el ajuste del Gobierno del ultraliberal Javier Milei, en el marco de la primera huelga general desde mayo de 2019 que vive este miércoles el país suramericano.
La media jornada de paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central obrera del país, de inspiración peronista, y secundado por otras fuerzas sindicales, partidos políticos, asociaciones civiles y organizaciones de derechos humanos, comenzó a las 12:00 hora local.
En una jornada que se desarrolló sin altercados ni incidentes de magnitud, el único punto conflictivo fue en la entrada sur a Buenos Aires desde la provincia homónima por el Puente Pueyrredón, donde una columna de la Unión Obrera de la Construcción intentó acceder a pie y fue retenida por agentes de la Prefectura.
El acto central de la jornada fue la movilización hacia la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, una marcha simbólica en momentos en que el Legislativo debe debatir la ‘ley ómnibus’, proyecto estrella de Milei, que busca desregular la economía y reducir al mínimo la presencia del Estado, entre otras cuestiones. Entre 40.000 y 600.000 personas oscilan, según las fuentes consultadas, las cifras de asistencia a la movilización.
Dos de los principales líderes sindicales, el secretario general de la CGT, Héctor Dáer, y el representante del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, pronunciaron sendos discursos en los que prometieron que continuarán sus reivindicaciones contra el Gobierno que asumió el pasado 10 de diciembre: “No vamos a dar ni un paso atrás”, dijo el primero.
“Vamos a seguir la lucha hasta que caiga el DNU (decreto de necesidad y urgencia) y rechacen la ley ómnibus”, dijo Héctor Daer, en alusión al proyecto de ley de Javier Milei para desregular la economía, reducir la injerencia estatal y lograr el equilibrio fiscal, porque, dijo, “la justicia social no se entrega”.
Se detuvo el mundo de la cultura, uno de los más activos en las últimas semanas contra las políticas de Milei: librerías y teatros lucían sus puertas cerradas.
También fue muy afectado el transporte aéreo, por la cancelación de 295 vuelos y reprogramación de otros 26 de Aerolíneas Argentinas, lo que, según fuentes oficiales, supondrá unas pérdidas de 2,5 millones de dólares.