Buenos Aires, Arg.- Natalia Rodas recuerda los abdominales que hacía en el piso y cómo levantaba frazadas mojadas para que tuvieran más peso. Le habían dicho que después de tomar las pastillas estos ejercicios la ayudarían a interrumpir el embarazo que no deseaba. Y mientras esperaba que sucediera, bebía té con hierbas para relajarse.
Días después los calambres abdominales se intensificaron, fue al baño, hizo fuerza “como de un parto” y expulsó el saco gestacional con el embrión. “Gracias al aborto ilegal viví situaciones horribles”, admitió la mujer. Su pareja de entonces no quería hacerse cargo y su situación económica no le permitía asumir la responsabilidad de criar sola a un niño.
Pero la patria del papa Francisco parece estar más cerca que nunca de legalizar el aborto después de que el poder de movilización de miles de mujeres llevó al conservador presidente Mauricio Macri a promover por primera vez en la historia el debate en el Congreso de un proyecto de ley para legalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación.
El proyecto que permitiría el procedimiento fue presentado al Congreso a principios de este año con el respaldo de 70 legisladores de todo el espectro político.