EL CAIRO (AP) — Al menos tres docenas de palestinos murieron en múltiples ataques israelíes en el sur de Gaza, reportaron trabajadores sanitarios el sábado, al tiempo que funcionarios, incluyendo una delegación de Hamás, se reunían en el vecino Egipto para sostener conversaciones de alto nivel sobre un alto el fuego .
Entre los fallecidos había 11 miembros de una misma familia, incluyendo dos niños, que perdieron la vida cuando un ataque aéreo israelí impactó su hogar en la ciudad de Jan Yunis a primera hora del sábado, de acuerdo con funcionarios del hospital Nasser, que recibió un total de 33 víctimas mortales de tres ataques distintos en Jan Yunis y en sus inmediaciones que también impactó tuk-tuks y a transeúntes. El hospital Mártires de Al-Aqsa de la ciudad indicó que recibió otros tres cadáveres tras un ataque registrado en la madrugada del sábado.
El ejército israelí dijo que estaba revisando los reportes, pero no realizó comentarios de inmediato.
Los equipos de emergencias recuperaron 10 cadáveres en un bloque residencial al oeste de Jan Yunis, 16 en la zona de Hamad City, también en Jan Yunis, y otros dos en Rafah, más al sur. Las circunstancias de sus muertes no estaban claras de momento,pero esas zonas fueron bombardeadas repetidamente por el ejército israelí durante la última semana.
Un reportero de The Associated Press en el hospital contó los cuerpos y grabó el servicio funerario celebrado en el patio del centro.
Algunos residentes regresaron a la ciudad de Hamad, pasando sobre los escombros mientras caminaban entre edificios de apartamentos destruidos. El muro entero de un edificio de varios pisos había desaparecido, y sus habitaciones enmarcaban a los residentes que rebuscaban entre los escombros.
"No hay nada, ni apartamentos, ni muebles, ni casas, sólo destrucción", dijo Neveen Kheder.
"Estamos muriendo lentamente", sostuvo. "¿Saben qué? Si nos dieran un balazo por piedad sería mejor que lo que nos está pasando".
La guerra de Gaza estalló el 7 de octubre, cuando insurgentes encabezados por Hamás lanzaron un ataque sorpresa sobre el sur de Israel en que fallecieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y otras 250 fueron tomadas como rehenes.
Más de un centenar de ellos fueron liberados durante una tregua temporal el año pasado, pero se cree que Hamás sigue teniendo alrededor de 110 cautivos, de los cuales un tercio habrían fallecido, según las estimaciones de las autoridades israelíes.
Israel respondió con una ofensiva que ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. En un reporte el sábado, indicó que los hospitales del territorio recibieron en las últimas 24 horas 69 muertos y 212 heridos.
El ejército de Israel anunció el viernes sobre la muerte de tres soldados más en combate en el centro de Gaza.
El conflicto ha causado además una destrucción generalizada y ha obligado a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja a huir de sus hogares.
Los expertos se reunieron el sábado para resolver cuestiones técnicas y allanar el camino para las conversaciones de alto nivel del domingo sobre un posible alto el fuego.
La delegación estadounidense, encabezada por el director de la CIA, William Burns, y Brett McGurk, asesor de la Casa Blanca para Oriente Medio, mantuvo conversaciones con altos funcionarios egipcios y luego con mediadores egipcios y qatarís, según una persona familiarizada con las conversaciones en curso que habló bajo condición de anonimato. porque no estaba autorizada a comentar públicamente.
Se esperaba que los negociadores egipcios y qataríes se reunieran con funcionarios de Hamás el sábado por la noche. Hamás no participará directamente en las conversaciones del domingo, pero será informado por Egipto y Qatar, dijo a la AP un alto funcionario de Hamás, Mahmoud Merdawy. Merdawy explicó que la postura de Hamás no había cambiado desde que aceptó un borrador anterior que incluye la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza.
En la delegación israelí que llegó el jueves a la capital egipcia estaba David Barnea, jefe del servicio de inteligencia exterior israelí, el Mossad; el jefe del servicio de seguridad israelí Shin Bet y el máximo general del país, el mayor general Eliezer Toledano.
Estados Unidos ha estado impulsando una propuesta que busca cerrar las brechas entre Israel y Hamás a medida que crecen los temores sobre una guerra regional más amplia después de los recientes asesinatos selectivos de dirigentes de los grupos milicianos Hamás y Hezbollah, ambos atribuidos a Israel.
El presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general CQ Brown Jr., visitará Egipto, Jordania e Israel durante los próximos días para "subrayar la importancia de disuadir una mayor escalada de hostilidades", según un comunicado.
El presidente estadounidense Joe Biden conversó el miércoles vía telefónica con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu para subrayar la urgencia de llegar a un acuerdo y discutió los acontecimientos con los líderes de Qatar y Egipto el viernes.
Siguen existiendo marcadas diferencias entre Israel y Hamás sobre la insistencia de Israel en mantener fuerzas en dos corredores estratégicos en Gaza. Netanyahu ha insistido en que Israel mantenga el control del corredor Filadelfia a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y el corredor este-oeste de Netzarim a lo largo del territorio para impedir el contrabando y capturar milicianos.