PESHAWAR, Pakistán (AP) — Una ciudad del noroeste de Pakistán guardaba un día de luto el miércoles y se alistaba para los funerales de las 18 personas, incluyendo cinco soldados, que fallecieron en un doble atentado suicida contra una base militar en la víspera.
Un grupo insurgente vinculado al Talibán paquistaní se atribuyó la autoría del ataque ocurrido en Bannu el martes por la tarde, que también dejó 42 heridos, algunos de ellos en estado crítico.
Fue el último de una serie de incidentes violentos, incluidos otros atentados suicidas, que han sacudido al país en los últimos días.
El ataque comenzó cuando dos suicidas se inmolaron para derribar el muro perimetral de la base. La mayoría de los residentes locales estaban rompiendo el ayuno por el mes sagrado musulmán del Ramadán o rezando en una mezquita cercana.
Las potentes explosiones destrozaron paredes y arrancaron techos, además de causar graves daños en la mezquita. Después, otros atacantes asaltaron el recinto y comenzó un tiroteo con las tropas.
Según un comunicado de la oficina de prensa del ejército el miércoles, cinco soldados y 16 militantes perdieron la vida en el incidente. Los suicidas "estrellaron dos vehículos cargados de explosivos contra el muro perimetral" del recinto, agregó.
A primera hora del miércoles se pudieron escuchar disparos mientras las fuerzas de seguridad registraban la zona para despejarla de insurgentes implicados en el ataque. En el lugar del atentado, una topadora retiraba los escombros del lugar donde solían estar las casas, y alfombrillas de oración cubiertas de restos yacían arrugadas en el suelo de la mezquita.
Se declaró un día de luto, dijo el anciano de la comunidad de Bannu, Alam Khan, y se celebrarán oraciones fúnebres conjuntas por las víctimas en un complejo deportivo de la zona.
"Todas las instituciones educativas están cerradas", indicó Khan. "La mayoría de las tiendas también están cerradas. Los rescatistas han completado su labor recuperando los cuerpos de tres fieles fallecidos que quedaron atrapados bajo el techo colapsado de la mezquita".
Bannu está en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, que limita con Afganistán y donde hay varios grupos armados activos. Una milicia afiliada a los talibanes paquistaníes, Jaish Al-Fursan, reclamó la autoría del atentado.
Los insurgentes han atacado Bannu en varias ocasiones. En noviembre, un suicida a bordo de un auto mató a 12 soldados e hirió a varios más en un puesto de seguridad. Y el pasado julio, otro suicida hizo estallar su vehículo cargado de explosivos y otros insurgentes abrieron fuego cerca del muro exterior de la instalación militar.