Hualien, Taiwán.- El terremoto más fuerte en Taiwán en un cuarto de siglo sacudió la isla, matando a nueve personas, dejando a decenas atrapadas en una cantera y un parque nacional, y obligando a algunos residentes a escapar por las ventanas de edificios dañados.
El sismo, que dejó también más de 1,000 personas heridas, se registró durante la hora pico y tuvo su epicentro frente a la costa del condado rural y montañoso de Hualien, donde algunos edificios quedaron inclinados y sus pisos inferiores se vinieron abajo. A poco más de 150 kilómetros de distancia, en la capital Taipéi, cayeron tejas de edificios viejos y las escuelas evacuaron a sus estudiantes a campos deportivos mientras continuaban las réplicas.
Los rescatistas recorrieron Hualien en busca de personas que pudieran haber quedado atrapadas, y utilizaron excavadoras para estabilizar los edificios dañados. El número de personas desaparecidas, atrapadas o varadas fluctuaba a medida que las autoridades eran informadas de más residentes en problemas y emprendían labores para su localización.
En las primeras horas luego del sismo, que se registró poco antes de las 8 de la mañana, las televisoras transmitieron imágenes de vecinos y rescatistas que ayudaban a los residentes, incluido a un bebé, a salir por las ventanas. Algunas puertas quedaron trabadas por las sacudidas.
Taiwán se ve sacudido periódicamente por terremotos, y su población se encuentra entre las mejor preparadas para afrontarlos. Pero las autoridades dijeron que esperaban un sismo relativamente leve y, por lo tanto, no enviaron alertas.
El eventual temblor fue lo suficientemente fuerte como para asustar incluso a las personas acostumbradas a tales sacudidas.
“Me he acostumbrado a (los terremotos). Pero hoy fue la primera vez que uno me hace llorar de miedo”, dijo Hsien-hsuen Keng, una residente que vive en un apartamento en un quinto piso en Taipéi. “Me despertó el terremoto. Nunca había sentido un temblor tan intenso”.
Al menos nueve personas murieron en el terremoto, según la agencia nacional de bomberos de Taiwán. La mayoría de los decesos fueron a causa del desprendimiento de rocas, incluidos los de cuatro personas en el Parque Nacional Taroko, según la Agencia Central de Noticias. Una persona más perdió la vida en un edificio residencial que sufrió daños, según indicó la agencia noticiosa estatal.