Berlín, 30 abr (EFE).- Un total de 51,433 niños y adolescentes no acompañados constan como desaparecidos en toda Europa después de haber estado tutelados por las autoridades públicas, según revela una investigación realizada por la red internacional de periodistas Lost in Europe.
Según la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), en Alemania todavía constan como desaparecidos 2.005 menores, 61 de ellos en Berlín y 72 en el estado federado de Brandeburgo, según informó este martes la radiotelevisión pública regional rbb, cuya redacción de investigación forma parte de Lost In Europe.
El número de niños y adolescentes desaparecidos se ha duplicado con creces desde la última vez que se recabaron datos en 2021: entonces, la cifra de menores no acompañados desaparecidos ascendía en toda Europa a 18,292 y en Alemania, a 792.
El análisis a escala europea revela diferencias llamativas en las estadísticas nacionales: así, de los 31 países europeos encuestados, sólo 15 recogen datos comparables.
Mientras que algunos países, como Italia y Austria, registran cifras especialmente elevadas, de más de 20.000 niños y adolescentes desaparecidos, respectivamente, otros, como España y Grecia, no recogen ningún tipo de información sobre menas, subraya el informe.
"No puedo confirmar las cifras, pero puedo confirmar que tenemos un sistema migratorio roto", declaró la comisaria europea del Interior responsable de Migración, Ylva Johansson, en una entrevista con rbb24 Recherche.
Advirtió asimismo de que precisamente "los menores refugiados no acompañados se convierten en víctimas de los traficantes de seres humanos cuando estos menores ya están en la UE".
También en Alemania, las autoridades responsables no tienen, en parte, una visión general de cuántos jóvenes refugiados desaparecen y por qué.
Así, el Departamento de Educación, Juventud y Familia de la ciudad-estado de Berlín declaró preguntado por rbb24 Recherche desconocer las cifras correspondientes.
Tras su llegada y durante el periodo de espera, los menas viven en grandes centros de acogida, a menudo dos por habitación, sin mucha intimidad y sin conocidos como personas de contacto.
Según Theresa Keil, de la organización de protección de derechos de la infancia Deutsches Kinderhilfswerk, esto puede resultar muy frustrante.
Precisó que "los niños que llegan a Alemania tienen que esperar en parte mucho tiempo antes de tener su primera entrevista, antes de ser distribuidos en los diferentes municipios y de tener acceso a la educación".
Según Helen Sundermeyer, de la Confederación para Menores Refugiados No Acompañados (BumF), las estructuras en Alemania están actualmente muy sobrecargadas
"Especialmente al principio o después de la llegada de los jóvenes en el marco de su acogida tutelada y del procedimiento de distribución, observamos que ese es el momento en el que se denuncia la desaparición de la mayoría de los jóvenes", señaló.
"Pueden caer en manos de organizaciones criminales, ser explotados o sufrir abusos sexuales. Conocemos casos así. Debemos proteger a los niños de ello", declaró Keil.