SEÚL (AP) — El presidente de Corea del Sur prometió el lunes no dar marcha atrás ante las vehementes protestas de médicos que buscan echar abajo su plan de aumentar drásticamente las admisiones a las Facultades de Medicina, y calificó sus huelgas como "una acción colectiva ilegal" que representa "una grave amenaza para nuestra sociedad".
Unos 12.000 médicos internistas y residentes llevan alrededor de seis semanas en paro laboral, lo que ha provocado la cancelación de cientos de cirugías y otros tratamientos en hospitales universitarios. En apoyo a su protesta, muchos médicos veteranos de sus Facultades también han presentado su dimisión, aunque no han dejado de atender a sus pacientes.
Las autoridades quieren aumentar el límite anual de las escuelas de medicina en 2 mil desde los 3,058 actuales para formar a más médicos a fin de hacer frente al rápido envejecimiento de la población. Los médicos responden que las Facultades no pueden soportar un aumento tan abrupto de estudiantes y que eventualmente perjudicará los servicios médicos de Corea del Sur. Sin embargo, los detractores señalan que los médicos, una de las profesiones mejor pagadas en el país, simplemente están preocupados de que la oferta de más médicos resulte en menores ingresos en el futuro.
Las encuestas públicas muestran que la mayoría de los surcoreanos comunes y corrientes apoya el plan del gobierno. Pero los observadores afirman que cada vez son más las personas que se dicen hartas de la prolongada confrontación entre el gobierno y los médicos, amenazando con asestar un golpe a los candidatos del partido gobernante antes de las elecciones parlamentarias de la próxima semana.
En un discurso televisado a nivel nacional, el presidente Yoon Suk Yeol dijo que agregar 2.000 estudiantes de Medicina es el aumento mínimo necesario para abordar la escasez de médicos en las zonas rurales, el ejército y profesiones esenciales pero mal remuneradas como la pediatría y los departamentos de emergencia. Yoon dijo que la proporción médico-paciente de Corea del Sur —2.1 médicos por cada 1,000 personas— está muy por debajo del promedio de 3.7 en el mundo desarrollado.
"Aumentar el número de médicos es un proyecto estatal que no podemos retrasar más", dijo Yoon.
Yoon pidió a los médicos en huelga que regresen a trabajar y recalcó que el gobierno sigue abierto a conversaciones con ellos.