El presidente Joe Biden ordenó el miércoles a los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos que “redoblen” esfuerzos para investigar los orígenes de la pandemia de COVID-19, incluyendo cualquier posibilidad de que las pruebas puedan conducir a un laboratorio chino.
Después de meses de minimizar esa posibilidad, el gobierno de Biden se sumó a la presión internacional para que China sea más abierta sobre el brote, con la intención de evadir las críticas de los republicanos en torno a que el presidente no ha sido lo suficientemente duro, así como para aprovechar la oportunidad de presionar a China sobre alguna supuesta obstrucción.
Biden pidió a las agencias de inteligencia estadounidenses que le entreguen un reporte dentro de 90 días. Instruyó a los laboratorios nacionales que ayuden con la investigación y a la comunidad de inteligencia que prepare una lista de preguntas específicas para el gobierno chino. Pidió a China cooperar con las pesquisas internacionales sobre los orígenes de la pandemia.
Los republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, han promovido la hipótesis de que el virus que causa el COVID-19 surgió en un accidente de laboratorio y no de forma natural a través del contacto humano con un animal infectado en Wuhan, China.
Biden dijo en un comunicado que la mayor parte de la comunidad de inteligencia coincidía con esos dos escenarios, pero que “no cree que exista suficiente información para determinar que una sea más probable que la otra”. Reveló que dos agencias de inteligencia se inclinan por el vínculo animal y “una se inclina más hacia” la teoría del laboratorio, "cada una de ellas con escasa o moderada confianza”.
“Estados Unidos seguirá trabajando con socios afines de todo el mundo para presionar a China para que participe en una investigación internacional completa, transparente y basada en pruebas, y para que proporcione acceso a todos los datos y pruebas pertinentes”, dijo Biden.
El gobierno de Estados Unidos se había esforzado por semanas para evitar un debate público sobre la teoría de una filtración de un laboratorio e insinuó en privado que era inverosímil.
El doctor Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas y asesor de la Casa Blanca, dijo el miércoles que él y la mayoría de los miembros de la comunidad científica “creemos que lo más probable es que se trate de un suceso natural, pero nadie está 100% seguro".
“Y puesto que hay muchas inquietudes, muchas especulaciones y que nadie lo sabe definitivamente, creo que necesitamos el tipo de investigación donde haya una transparencia abierta y toda la información que esté disponible, que sea proporcionada, para analizar”, dijo Fauci durante una audiencia en el Senado.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que la presidencia respalda una nueva investigación de la Organización Mundial de la Salud en China, pero añadió que una pesquisa efectiva “requeriría que China finalmente diera un paso adelante y permitiera el acceso necesario para determinar el origen”.