REHOBOTH BEACH, Delaware, EE.UU. (AP) — El ataque israelí que mató a Hassan Nasrallah, dirigente del grupo político-paramilitar Hezbollah, fue una "medida de justicia" para las víctimas por su "reinado de terror" de cuatro décadas, señaló el sábado el presidente estadounidense Joe Biden.
Los comentarios se produjeron después que el grupo libanés Hezbollah confirmó el sábado más temprano que Nasrallah, uno de los fundadores del grupo, murió en un ataque aéreo israelí en Beirut el día anterior.
Biden dijo que la operación para eliminar a Nasrallah tuvo lugar en el contexto más amplio del conflicto, que comenzó con la masacre de israelíes por parte de Hamás el 7 de octubre de 2023.
"Nasrallah, al día siguiente, tomó la fatídica decisión de unirse a Hamás y abrir lo que llamó un ´frente norte´ contra Israel", dijo Biden en un comunicado.
También indicó que, bajo la dirección de Nasrallah, Hezbollah ha sido responsable de la muerte de miles de estadounidense, israelíes y libaneses.
Los ataques de Hezbollah contra intereses estadounidenses incluyen el atentado con un camión bomba contra la embajada estadounidense y los cuarteles de las fuerzas multinacionales en Beirut en 1983, así como el secuestro del jefe de la estación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Beirut, que murió siendo cautivo. Estados Unidos afirma que los dirigentes de Hezbollah armaron y entrenaron a milicias que posteriormente perpetraron ataques contra fuerzas estadounidenses durante la guerra en Irak.
La Casa Blanca considera la muerte de Nasrallah como un duro golpe para el grupo. Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense ha actuado con cautela al tiempo que intenta evitar que la guerra de Israel con Hamás que, al igual que Hezbollah, cuenta con el respaldo de Irán, se convierta en un conflicto regional total.
La Casa Blanca y el Pentágono indicaron públicamente el viernes, poco después del ataque, que Israel no advirtió sobre la operación.
"El presidente Biden y yo no queremos ver que el conflicto en Oriente Medio se intensifique a una guerra regional más amplia", dijo la vicepresidenta Kamala Harris en un comunicado emitido el sábado en el que repitió la descripción de "medida de justicia" de Biden. "La diplomacia sigue siendo el mejor camino para proteger a civiles y lograr una estabilidad duradera en la región", agregó.
La confirmación de la muerte de Nasrallah se produce en una semana que inició con los principales asesores de seguridad de Biden trabajando en actividades suplementarias de la Asamblea General de la ONU para generar apoyo a un cese del fuego de 21 días en la guerra entre Israel y Hezbollah, que podría dar una nueva vida a los empantanados intentos de alcanzar una tregua en la Franja de Gaza.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pronunció un desafiante discurso el viernes ante la ONU, comprometiéndose a mantener las operaciones contra Hezbollah hasta que las decenas de miles de ciudadanos israelíes desplazados por los ataques con cohetes puedan volver a casa. Poco después, Israel llevó a cabo el ataque que mató a Nasrallah.
Biden reiteró el sábado que quiere ver un cese del fuego tanto en Gaza como entre Israel y Hezbollah.
"Es momento de que se alcancen esos acuerdos, de que desaparezcan las amenazas que pesan sobre Israel y de que la región de Oriente Medio adquiera una mayor estabilidad", señaló Biden.
Por su parte, el presidente iraní Masoud Pezeshkian acusó a Estados Unidos de apoyar el ataque que mató a Nasrallah y a decenas de personas más.
"La comunidad internacional no olvidará que la orden del ataque terrorista fue emitida desde Nueva York y que los estadounidenses no pueden absolverse de su complicidad con los sionistas", dijo Pezeshkian de acuerdo con un comunicado leído en la televisora estatal iraní.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó el sábado la salida de las familias de los diplomáticos estadounidenses que no trabajan para la embajada en Beirut y autorizó la salida de aquellos empleados por la embajada, así como de los trabajadores no esenciales, debido a la "volátil e impredecible situación de seguridad" en la capital del Líbano.
La embajada de Estados Unidos en Beirut también publicó un enlace de un formulario en internet que los estadounidenses que se encuentren en Líbano pueden llenar si están interesados en recibir ayuda para abandonar la nación.
La embajada subrayó que no estaba organizando evacuaciones y que aún existen medios comerciales para salir, pero la solicitud de información parecía sugerir que tales planes podrían estar en marcha.
El Departamento de Estado ha aconsejado anteriormente a los ciudadanos estadounidenses que consideren la posibilidad de abandonar Líbano y ha reiterado su advertencia a no viajar al país.