NUEVA YORK (EFE).- El máximo ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, reconoció este jueves la similitud entre los fallos técnicos que afectaron a los aviones 737 MAX accidentados en Etiopía e Indonesia y el "alto volumen de trabajo" al que se pueden enfrentar sus pilotos.
Tras la divulgación de un informe preliminar de la investigación del vuelo 302 de Ethiopian Airlines, Muilenburg señaló en un comunicado que "es aparente que en ambos vuelos" el sistema de control conocido como MCAS se activó en respuesta a una información "errónea" del ángulo de ataque.
"Como nos han dicho los pilotos, una activación errónea de la función del MCAS puede sumarse a un entorno que ya de por sí supone una alta carga de trabajo. Es nuestra responsabilidad eliminar este riesgo. Lo asumimos y sabemos cómo hacerlo", agregó.
Las primeras investigaciones sobre el siniestro de un 737 MAX 8 en Etiopía el pasado 10 de marzo, que causó 157 muertos, muestran que la tripulación siguió todos los procedimientos de seguridad, pero no pudo desactivar el software de control automatizado que hizo descender a la aeronave.
A falta de publicarse los informes finales de las autoridades con los "detalles completos", Muilenburg dijo que la historia del sector "muestra que la mayoría de accidentes son causados por una cadena de acontecimientos" y "este es de nuevo el caso", pero "sabemos cómo romper uno de esos eslabones en los dos accidentes".
El máximo ejecutivo de Boeing comenzó pidiendo perdón y dando el pésame a las víctimas del vuelo 610 de Lion Air, estrellado en Indonesia el octubre pasado, y del vuelo 302 de Ethiopian Airlines, cuyas "tragedias siguen pesando muy fuerte" en el personal de la firma aeronáutica, que siente la "inmensa gravedad de los eventos".
Tras reconocer la similitud entre los fallos técnicos de los dos vuelos, insistió en la colaboración que llevan haciendo sus "mejores ingenieros y expertos" con la Administración Federal de Aviación desde el accidente de Indonesia para actualizar el software y garantizar que esos incidentes "nunca vuelvan a ocurrir".
"Seguimos un método amplio y disciplinado, tomándonos el tiempo para que la actualización de software sea la correcta. Estamos cerca de completarla y anticipamos que se certificará e implementará en la flota mundial de 737 MAX en las próximas semanas", dijo el ejecutivo, que lamentó los perjuicios de su paralización.
Esa mejora del software, más su entrenamiento asociado y unos materiales educativos adicionales que los pilotos han solicitadom "eliminarán la posibilidad de que una activación no intencionada del MCAS y evitará que un accidente relacionado con el MCAS vuelva a ocurrir de nuevo", sostuvo.
Muilenburg reiteró que el 737 MAX es seguro y que cuando vuelva a volar incluyendo los cambios en el software "será uno de los aparatos más seguros que han volado" nunca, pero reconoció que "siempre se puede ser mejor" y expresó el "sentido del deber" de la compañía.
El ejecutivo, que lleva tres décadas trabajando para Boeing, dijo que no recuerda un "momento más desgarrador" en su carrera y dijo saber que del trabajo de su personal dependen vidas, lo que exige "la mayor integridad y excelencia".
"Juntos, haremos todo lo posible por ganar y recuperar esa confianza de nuestros clientes y de los pasajeros en las próximas semanas y meses", concluyó el presidente y consejero delegado, que precisamente este miércoles subió a un vuelo de prueba del avión con el software mejorado que planea implementar.