TEL AVIV, Israel.- El ejército israelí bombardeó el martes un edificio en un suburbio de Beirut que, afirma, albergaba “instalaciones” de Hezbollah, lo que destruyó el inmueble ubicado a unos cientos de metros (yardas) del sitio donde un vocero del grupo político-paramilitar acababa de informar a periodistas sobre el ataque con dron que realizó el fin de semana y que dañó la casa del primer ministro israelí.
El bombardeo israelí se produjo 40 minutos después de que Israel lanzara una advertencia para desalojar dos edificios del área que, según dijo, eran usados por Hezbollah. La conferencia de prensa de Hezbollah realizada cerca de ahí fue interrumpida, y un fotógrafo de The Associated Press captó la imagen de un misil dirigiéndose hacia el edificio momentos antes de que fuera destruido. Hasta el momento no hay informes de víctimas.
El vocero en jefe de Hezbollah, Mohammed Afif, dijo que el grupo estuvo detrás del ataque del sábado contra la casa del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la ciudad costera de Cesárea. Insinuó que podrían intentar futuros ataques contra la casa del mandatario israelí. Israel informó que ni el primer ministro ni su esposa estaban en la vivienda en el momento del ataque.
Hospitales temen ser
atacados por Israel
Israel destruyó el lunes varios edificios frente a uno de los principales hospitales de Beirut, lo que causó la muerte de 18 personas y heridas a otras 60. El ejército israelí dijo que atacó un objetivo de Hezbollah, y que no había atacado al hospital mismo.
Periodistas de The Associated Press visitaron el martes el Hospital Universitario Rafik Hariri. Vieron ventanas rotas en la farmacia y en el Centro de diálisis del hospital, que en ese momento se encontraba lleno de pacientes.
El personal de otro hospital de Beirut temía ser atacado después de que Israel afirmó que Hezbollah había escondido cientos de millones de dólares en efectivo y oro en su sótano, sin proporcionar mayores pruebas.
El director del Hospital General Sahel refutó las acusaciones e invitó a los periodistas a visitar el hospital y sus dos pisos subterráneos el martes.
Los reporteros de la AP no vieron ninguna señal de combatientes ni nada fuera de lo ordinario.