Una serie de poderosas tormentas invernales amenazan con azotar California con lluvias implacables, fuertes vientos y nieve de montaña mientras los vacacionistas tomaban carretera para Navidad.
Se tiene previsto que millones de personas de todo el estado salgan de viaje. Probablemente se encontrarán con condiciones peligrosas, incluso imposibles, ante los pronósticos de varios ríos atmosféricos que atravesarán el estado, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional.
Los meteorólogos señalaron que el sur de California podría tener su Navidad más húmeda en varios años y advirtieron sobre posibles desplazamientos de tierra y escombros en áreas afectadas por los incendios forestales de enero pasado.
“Va a haber mucha agua en las carreteras, y los viajes serán muy peligrosos en los próximos días”, destacó Mike Wofford, del Servicio Meteorológico Nacional.
La mayoría de las áreas recibieron lluvias dispersas la mañana del martes, y se tiene previsto que el sistema se intensifique por la tarde y hasta la víspera de Navidad. Las lluvias y vientos disminuirán en algunas regiones el miércoles, antes de la llegada de otra tormenta.
Gran parte del Valle de Sacramento y del área de la Bahía de San Francisco se ubicaron bajo aviso de inundaciones y advertencia de vientos fuertes hasta el viernes. Los meteorólogos advirtieron sobre nevadas intensas y ráfagas de viento en partes de la Sierra Nevada a partir del martes, lo que creará “condiciones de visibilidad prácticamente nulas” que harán que sea “casi imposible” circular a través de los pasos de montaña.
También existe un riesgo de intensas tormentas eléctricas y una pequeña posibilidad de tornados a lo largo de la costa norte.
Las fuertes lluvias e inundaciones repentinas que comenzaron el sábado en el norte de California ya obligaron a llevar a cabo rescates acuáticos y al menos una persona ha perdido la vida, informaron funcionarios locales.
Por lo general, el sur de California recibe entre 1,3 y 2,5 centímetros (media pulgada y una pulgada) de lluvia en esta época del año, pero esta semana muchas áreas podrían llegar a entre 10 y 20 centímetros (cuatro y ocho pulgadas), destacó Wofford. La cifra podría ser incluso más elevada en las montañas. Es muy probable que se produzcan inundaciones generalizadas y deslaves.