CHICAGO (AP) — Las autoridades de Chicago han firmado un contrato de casi 30 millones de dólares con una empresa de seguridad privada para reubicar a solicitantes de asilo, desde cuarteles de policía y los dos aeropuertos de la ciudad hacia campamentos preparados para el invierno con enormes carpas antes que llegue el frío, siguiendo el ejemplo de la ciudad de Nueva York de utilizar tiendas comunales para los migrantes.
GardaWorld Federal Services y una subsidiaria sellaron el acuerdo de un año por 29,4 millones de dólares con la ciudad de Chicago el 12 de septiembre. Eso fue menos de una semana después de que el alcalde Brandon Johnson anunció planes para trasladar a unos 1.600 inmigrantes a una red de carpas recién instaladas en toda la ciudad. Dijo que las reubicaciones ocurrirán "antes de que el clima comience a cambiar".
Muchos de esos migrantes han estado viviendo temporalmente dentro de cuarteles de policía o en los aeropuertos O´Hare o Midway.
El contrato con GardaWorld establece que su propósito es "permitirle a la ciudad adquirir soluciones de vivienda temporal del Contrato Estatal y servicios relacionados... para brindar servicios críticos a los solicitantes de asilo".
El pacto identifica los sitios específicos para los campamentos y no se ha elegido ninguno, dijo el secretario de prensa de Johnson, Ronnie Reese. El contrato tampoco menciona un periodo específico para el montaje de las carpas.
"Tiene que hacerse muy rápido si queremos hacerlo antes de que empeore el tiempo", dijo Reese al Chicago Sun-Times. "El objetivo es descomprimir los cuarteles de policía lo antes posible. Sabemos que eso no es sostenible".
El equipo de Johnson señaló hace poco este mes que los gastos relacionados con los migrantes en la ciudad podrían alcanzar los 302 millones de dólares para finales de año, si se toman en cuenta los costos de los nuevos campamentos.
La mayoría de los 14 mil inmigrantes que han llegado a Chicago en busca de asilo desde agosto de 2022 provienen de Texas, algunos de ellos enviados por el gobernador Greg Abbott.
La ciudad de Nueva York, que ha tenido dificultades para atender a los migrantes recién llegados, ha recurrido desde hace mucho tiempo a carpas comunitarias para albergar temporalmente a miles de recién llegados. La ciudad tiene ahora a su cuidado a más de 60 mil migrantes, de los que un creciente número son familias con niños.
La ciudad ha convertido algunos hoteles en albergues temporales, y la mayoría de las habitaciones están reservadas para familias.
La mayoría de los migrantes han sido hombres solos, y la ciudad les ha estado proporcionando camas en grandes carpas.
El mes pasado, Nueva York abrió su más reciente "ciudad de carpas" afuera de un hospital psiquiátrico en Queens para albergar a unos 1.000 migrantes. La ciudad de Nueva York también instaló carpas en canchas de fútbol americano en Randall´s Island, en el río Este. Hay planes para instalar un conjunto de tiendas de campaña en terrenos federales.
Las carpas en Randall's Island están cerca de donde se levantó una estructura el otoño pasado, la cual fue cerrada semanas después de que los migrantes se opusieran a las condiciones de vida del lugar.
Más de 110 mil migrantes han llegado a la ciudad de Nueva York desde el año pasado en busca de asilo, empleos y una nueva vida. Pero muchos continúan en el limbo.
El contrato de Chicago con GardaWorld revela algunos detalles específicos sobre las carpas que serán utilizadas, como estructuras tipo yurta de material blando con capacidad individual para 12 catres, y que contarán con extintores de incendios, retretes portátiles y cocinas provisionales que se instalarán cerca del lugar.
Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad de calefacción de las carpas durante el inclemente invierno de Chicago.
GardaWorld firmó un contrato similar por 125 millones de dólares con el estado de Illinois a finales del año pasado, aunque hasta el momento se ha pagado muy poco de dicha cantidad, según el periódico Chicago Tribune.