BEIJING (AP) — El líder nacionalista chino Xi Jinping pidió el miércoles mejores relaciones con Estados Unidos en un encuentro con líderes empresariales estadounidenses en Beijing, en medio de una gradual mejoría en los lazos que han caído a su peor nivel en años.
Xi enfatizó las relaciones económicas mutuamente beneficiosas entre las dos economías más grandes del mundo, pese a los aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas y las acusaciones de Washington de influencia excesiva del Partido Comunista, barreras comerciales y robo de propiedad intelectual.
La economía china ha tenido dificultades en recuperarse tras las restricciones durante la pandemia de COVID-19, pero Xi indicó que China está nuevamente aportando al crecimiento económico mundial, en porcentajes de dos dígitos.
"Las relaciones sino-estadounidenses son unas de las relaciones bilaterales más importantes del mundo. Si China y Estados Unidos cooperan o se enfrentan, tiene repercusiones en el bienestar de los dos pueblos y el futuro y porvenir de la humanidad", declaró Xi, según la agencia de noticias china Xinhua.
El comercio y los aranceles han estado atrayendo mayor atención a medida que avanza la campaña electoral estadounidense, y la administración del presidente Joe Biden ha mostrado escasa voluntad de atenuar las medidas comerciales punitivas sobre las importaciones chinas aplicadas bajo la presidencia de Donald Trump.
Las autoridades estadounidenses han renovado inquietudes sobre las prácticas industriales chinas y el impacto que han tenido en los trabajadores y compañías norteamericanas. Denuncian el enorme superávit comercial que China mantiene sobre Estados Unidos, que el año pasado fue de más de 279.000 millones de dólares, su menor nivel en aproximadamente una década.
La economía china se ha visto afectada por una crisis en su mercado inmobiliario, en que las compañías constructoras se ven abrumadas por deudas y los compradores están pagando deudas por apartamentos que quizás podría no ser completados nunca. Otros temas, como el envejecimiento demográfico y el alto desempleo entre los jóvenes, están llevando a China a impulsar las exportaciones a fin de compensar por la débil demanda a nivel nacional.
Al mismo tiempo, muchas empresas extranjeras, entre ellas Apple, dependen de fábricas chinas y de los 1.300 millones de consumidores chinos para mantener sus ventas globales.
La retórica antes áspera que ha tenido China hacia Estados Unidos se ha suavizado en meses recientes, particularmente desde que Xi y Biden se reunieron en San Francisco en noviembre. Funcionarios como el secretario de Estado Antony Blinken han visitado China, y la secretaria del Tesoro Janet Yellen, según reportes, viajará nuevamente al país asiático el mes entrante para reunirse con líderes locales.