AQUISGRÁN, Alemania.- Cientos de curiosos, algunos de ellos con sus taburetes y todo lo necesario para protegerse de la lluvia, pasaron horas formados el jueves en la ciudad de Aquisgrán, en el oeste de Alemania. No estaban ahí para comprar el más reciente teléfono o para el lanzamiento de un bolso de lujo. Fue el sabor de una nueva barra de chocolate lo que los llevó hasta allí.
El gigante suizo de la industria del chocolate, Lindt, ha atraído a las multitudes con el “chocolate de Dubái”, una mezcla crujiente de chocolate, crema de pistache y kanafeh —una masa filo que es más conocida por su uso en el baklava.
Los ejecutivos de Lindt quieren demostrar que, con casi 180 años de historia, la chocolatería suiza puede innovar con un producto que en un principio fue idea de una startup emiratí y así expandir los límites de una centenaria industria que ha sido dominada en buena medida por las compañías europeas.
“Es una locura, una tendencia en redes sociales, y las personas hacen largas filas”, dijo Zi Cheng Lai, un estudiante de Malasia de 23 años, después de salir de la tienda de Lindt. “Queremos probarlo y ser parte de esto”.
Después de adentrarse en la tienda, solo podían comprar una sola barra por persona.