BOGOTÁ (AP) — Tras años de una cooperación bilateral enfocada en la lucha contra el narcotráfico y la asistencia militar, Colombia reiteró el martes su plan de girar la relación hacia "la vida y la paz" en un intento de diversificar la agenda bilateral.
La nueva estrategia denominada "Vida Colombia" buscaría alejarse del "Plan Colombia" sellado en 1999 entre el gobierno del conservador Andrés Pastrana y el mandatario estadounidense Bill Clinton (1993-2001), que implicó una reorganización de las Fuerzas Armadas colombianas para combatir a las guerrillas y a los narcotraficantes.
Gustavo Petro, el primer mandatario de tendencia izquierdista en Colombia, ha impulsado un cambio en las relaciones con Estados Unidos al considerar que la guerra contra las drogas ha fracasado y ha puesto a prueba una alianza duradera criticada por algunos congresistas republicanos.
"Marca un nuevo paradigma de la relación, la nueva agenda que recoge el espíritu de lo que hemos avanzado en estos años y refleja los nuevos retos del siglo XXI en una agenda diversificada", indicó el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo durante la apertura de un diálogo de alto nivel entre los dos países en Bogotá.
Murillo no especificó si la nueva estrategia contaría con un determinado presupuesto y si tiene un plazo para su implementación.
Richard R. Verma, subsecretario de Estado de Administración y Recursos, señaló que Estados Unidos está interesado en trabajar en una amplia agenda que va desde la lucha contra el cambio climático hasta el flujo migratorio en aumento por la peligrosa selva del Darién, pasando por el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2016 entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica.
Sin embargo, el subsecretario estadounidense resaltó que la lucha contra la producción y el tráfico de drogas ilegales también seguirá representando una parte clave de los debates sobre seguridad con un enfoque en el que se impulsa tanto el aumento de la interdicción como la búsqueda de la reducción de la demanda invirtiendo en la prevención, el tratamiento y la recuperación de quienes luchan contra la adicción.
Los cultivos de hoja de coca en Colombia cerraron en 2023 en 246.000 hectáreas, una cifra récord que representó un aumento respecto de lo detectado en diciembre del año anterior, cuando también se llegó al registro más alto hasta entonces, según una medición de la policía.
En paralelo, las autoridades del país han decidido reducir a la mitad la meta de erradicación de cultivos de hoja de coca para 2024 pasando de 20.000 a 10.000 hectáreas.
Verma resaltó que la continuidad del diálogo de alto nivel habla de la "fortaleza de la relación" bilateral a través de las distintas administraciones. Mientras que Murillo agregó que Estados Unidos sigue siendo el "socio principal" de Colombia.