Nueva York.- El expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, fue sentenciado el miércoles en Nueva York por permitir que narcotraficantes usaran al ejército y a la policía nacional de su país para ayudar a traficar toneladas de cocaína a EU.
El juez P. Kevin Castel sentenció a Hernández a pasar 45 años en una prisión federal y le impuso una multa de 8 millones de dólares. Un jurado lo declaró culpable en marzo en el tribunal federal de Manhattan tras un juicio de dos semanas, que fue seguido atentamente en su país de origen.
Hernández dijo ser inocente cuando se le dictó sentencia. También afirmó que fue acusado errónea e injustamente.
En una larga declaración, interrumpida varias veces por el juez que le recordó repetidamente que no era momento de volver a litigar el juicio, Hernández se presentó como un héroe del movimiento antidrogas que se asoció con las autoridades estadounidenses durante tres administraciones presidenciales de Estados Unidos para reducir las importaciones de drogas.
Los fiscales estadounidenses indicaron que Hernández trabajó con narcotraficantes desde 2004, y que recibió millones de dólares en sobornos mientras pasaba de ser un congresista rural a convertirse en presidente del Congreso Nacional, antes de asumir el máximo cargo.
Hernández reconoció en testimonio ante el tribunal que prácticamente todos los partidos políticos de Honduras recibían dinero del narcotráfico, pero negó recibir sobornos.
Insistió en una larga declaración, realizada por medio de un intérprete, que su juicio era injusto debido a que no se le permitió incluir pruebas que habrían hecho que el jurado lo encontrara inocente.