Washington, 21 jul (EFE).- Legisladores de EE.UU., Reino Unido, República Checa, Estonia, Letonia y Lituania pidieron este miércoles que se impongan "sanciones selectivas" contra integrantes de las Fuerzas Armadas, la Policía y todo aquel que "sea cómplice de la represión" de las protestas pacíficas o de violaciones de los derechos humanos en Cuba.
En una declaración conjunta, los líderes políticos se pronunciaron sobre las protestas del pasado 11 de julio, que se produjeron con el país caribeño sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia en su peor momento y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
"Condenamos firmemente a las autoridades cubanas por utilizar la violencia, la intimidación y la censura para negarle a los cubanos su derecho constitucional de reunirse y protestar pacíficamente", señaló el pronunciamiento firmado, entre otros, por el senador de origen cubano Bob Menéndez, quien preside el comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.
El documento fue respaldado además por los legisladores Marko Mihkelso, de Estonia; Rihards Kols, de Letonia; Žygiamantas Pavilionis, de Lituania; Pavel Fischer, de la República Checa; y Tom Tugendhat, del Reino Unido; todos conservadores o de partidos de derecha o ultraderecha.
“Pedimos que se impongan sanciones selectivas contra miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas, el Ministerio del Interior Cubano, la Policía Nacional Revolucionaria de Cuba y todo aquel que sea cómplice de perpetuar la represión violenta de protestas pacíficas o violaciones de los derechos humano", indicaron, según un comunicado difundido en Washington.
Los legisladores manifestaron su "firme y absoluto apoyo" al pueblo de Cuba y sus demandas, así como a sus aspiraciones de "forjar un nuevo futuro democrático con un énfasis en la dignidad humana y la justicia social".
Además, condenaron "la violencia, la intimidación y la censura" de las autoridades "para negarle a los cubanos su derecho constitucional de reunirse y protestar pacíficamente", así como el llamado que formuló el presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, a sus partidarios para que salieran a las calles, como respuesta a las protestas.
"Estas acciones demuestran que el régimen prefiere poner al pueblo cubano de rodillas antes que escuchar sus plegarias", puntualizaron los legisladores, quienes abogaron por la liberación inmediata de los detenidos y pidieron el Gobierno cubano que escuche “los gritos” de su pueblo “pidiendo ayuda".
"Hacemos un llamado al régimen para que establezca un diálogo constructivo que incluya la participación de una amplia gama de individuos de la sociedad civil, y así forjar un camino democrático y próspero para Cuba”, concluyeron.
Diez días después de la jornada de protestas, la cifra de personas detenidas, que también incluyen artistas, activistas y periodistas, se calcula en varios cientos, según los diferentes recuentos de organizaciones de derechos humanos.
Mientras estas denuncian que muchos de los arrestados se encuentran en paradero desconocido, este miércoles el Gobierno negó la existencia de desaparecidos y desestimó las listas que circulan en las redes sociales.