GINEBRA (AP) — El principal organismo de derechos humanos de la ONU celebró el viernes una sesión especial de un día para hablar de los cientos de asesinatos cometidos en un hospital en la región de Darfur en Sudán y otras atrocidades cometidas el mes pasado por fuerzas paramilitares que luchan contra el ejército.
También el viernes, el líder militar de Sudán dijo que su lado no negociará una tregua con el grupo paramilitar, conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), y que los combates continuarán hasta que el grupo sea erradicado, indicando pocas probabilidades de un fin temprano al conflicto.
El Consejo de Derechos Humanos en Ginebra también aprobó una resolución sin oposición en la que pide a un equipo existente de expertos independientes que lleve a cabo una investigación urgente sobre los asesinatos y otras violaciones de derechos humanos en la ciudad de el-Fasher cometidos por las FAR.
"Las atrocidades que ocurren en el-Fasher pudieron vislumbrarse y evitarse, pero no fue así. Constituyen crímenes extremadamente graves", señaló Volker Türk, el jefe de derechos humanos de la ONU.
El mes pasado, las FAR tomaron el control de el-Fasher, la capital de Darfur del Norte, y arrasaron el Hospital Saudí en la ciudad, matando a más de 450 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los combatientes fueron de casa en casa, asesinando a civiles y cometiendo agresiones sexuales, según trabajadores humanitarios y residentes desplazados.
Türk expresó que "ninguno de nosotros debería sorprenderse" por los informes, ya que las FAR tomaron el control de la ciudad, cometiendo "asesinatos multitudinarios de civiles, ejecuciones contra grupos étnicos específicos, violencia sexual que incluyó violaciones tumultuarias, secuestros por rescate, detenciones arbitrarias generalizadas, ataques a instalaciones de salud, personal médico y trabajadores humanitarios, y otras atrocidades espantosas".
El ejército y las FAR, que eran antiguos aliados, entraron en guerra en 2023 y ambas partes en el conflicto han sido acusadas de atrocidades. La OMS afirma que los combates han provocado la muerte de al menos 40.000 personas, y Naciones Unidas afirman que otros 12 millones han sido desplazados. Los grupos de ayuda señalan que el verdadero número de muertos podría ser muchas veces mayor.
Solicitan equipo de investigación
El proyecto de resolución, encabezado por varios países europeos, ofreció poco en cuanto a disposiciones nuevas y contundentes, aunque solicitó un equipo de investigación de hechos que el consejo ya ha creado para intentar identificar a los responsables de los crímenes en el-Fasher y ayudar a llevarlos ante la justicia.
"Gran parte de el-Fasher ahora es una escena del crimen", afirmó en la sesión Mona Rishmawi, miembro del equipo. Añadió que, desde que la ciudad cayó en manos de las FAR, su misión ha recopilado "pruebas de atrocidades indescriptibles, asesinatos deliberados, torturas, violaciones, secuestros por rescate, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, todo a gran escala".
"Se requiere una investigación exhaustiva para establecer el panorama completo, pero lo que ya sabemos es devastador", añadió.
El consejo, compuesto por 47 países miembros de la ONU, no tiene el poder de obligar a los países u otros organismos a cumplir, pero puede poner de relieve las violaciones de derechos humanos y ayudar a documentarlas para su posible uso en lugares como la Corte Penal Internacional.
EAU acusa al ejército de asesinatos indiscriminados
El embajador de los Emiratos Árabes Unidos ante la ONU en Ginebra, Jamal al-Musharakh, condenó a las FAR por los ataques a civiles en el-Fasher, pero también acusó al ejército sudanés, las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), de llevar a cabo ataques indiscriminados contra civiles e ignorar los llamados internacionales para una tregua.
"Esto no es nada nuevo", dijo al-Musharakh durante la sesión de la ONU el viernes, añadiendo que las FAS "han albergado terroristas y protegido a individuos acusados de genocidio".
Los EAU son parte de un grupo mediador liderado por Estados Unidos conocido como el Cuarteto, que propuso una tregua humanitaria en septiembre a la que las FAR accedieron a principios de este mes. El ejército sudanés también acogió la propuesta en ese momento, pero ha sido reacio a acordar cualquier tregua sin la retirada y el desarme de las FAR.
Líder del ejército rechaza cualquier tregua con las FAR
El líder militar de Sudán, el general Abdel-Fattah Burhan, dijo el viernes que las FAS no negociarán con las FAR.
"Esta guerra no terminará con una tregua, sino cuando los rebeldes sean destruidos", sostuvo Burhan durante una visita a la provincia de Gezira, según un comunicado emitido por el consejo gobernante del país.
"Hacemos un llamado a todos los sudaneses para que se unan a la lucha, y a aquellos que puedan portar armas para que se presenten", dijo Burhan en el comunicado.
Campamentos de desplazados superpoblados
Una gran cantidad de personas que huyen de la violencia en las regiones de Darfur y Kordofán han acudido a un abarrotado campamento de desplazados en la ciudad de al-Dabbah, en el norte de Sudán.
Fatheya Hussein, una residente de el-Fasher que llegó recientemente al campamento, dijo el jueves a The Associated Press que quedó atrapada en la ciudad sitiada por las FAR durante más de 18 meses. Señaló que era arriesgado salir de su casa porque había francotiradores en los alrededores, especialmente por la noche, y tenían acceso limitado a alimentos y agua.
"Estaba atrapada como un ratón en su agujero. Hay sufrimiento en el-Fasher, con cuerpos esparcidos por todas partes", dijo Fatheya, quien perdió a 51 miembros de su familia durante la guerra, entre ellos, su hermano y su hermana, quienes fueron asesinados por bombardeos de artillería. Otros de ellos fueron asesinados por disparos al azar.
Fatheya y algunos de sus familiares huyeron a pie a la ciudad de Malit, que está a unos 65 kilómetros (40 millas) al norte de el-Fasher, caminando durante unas ocho horas y cargando sus pertenencias sobre la cabeza.
Quienes huyen de el-Fasher hacia áreas más seguras se exponen a sufrir golpizas, registros y robos en el camino por hombres armados, dijo. Enfrentan hambre y deshidratación severas, según Fatheya, quien dijo que su primo murió de hambre mientras huía de la cercana ciudad de Girna a Tawila.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó el viernes que está en proceso de aumentar su asistencia para ayudar a los miles de personas que huyen de la ciudad de el-Fasher y buscan seguridad en varios lugares.
"Muchas personas, en su mayoría mujeres y niños, llegan con poco o nada, caminando durante días para llegar a un lugar seguro y llegando exhaustos, sedientos y desnutridos", dijo Leni Kinzli, portavoz del PMA en Sudán.