Mamoudzou, Mayotte.- Una semana después de su peor ciclón en casi un siglo, y un día después de una tensa visita presidencial, el empobrecido territorio francés de Mayotte en el Océano Índico sigue lidiando con el conteo de muertos, la restauración de servicios y la ayuda a una población asediada.
El ciclón Chido causó devastación en todo el archipiélago. Los hospitales, ya de por sí desbordados, están abrumados con pacientes que sufren no solo lesiones relacionadas con el ciclón, sino también de deshidratación, desnutrición y enfermedades.
En el principal hospital de Mayotte en la capital, Mamoudzou, los médicos enfrentaron una cascada de crisis.
“Perdimos el 40% de las habitaciones de pacientes, unas 50 a 60 camas”, dijo el doctor Roger Serhal, jefe del departamento de obstetricia y ginecología. “Hay tantos pacientes que vienen al hospital, y no tenemos espacio para admitirlos”.
Mientras Chido azotaba el archipiélago el fin de semana pasado con vientos de 220 kph, Serhal y su equipo atendieron el parto de tres bebés, incluyendo por cesárea.
El daño estructural del hospital ha obligado al personal a hacer triaje de pacientes, priorizando los casos más graves. Aunque el recuento oficial de muertos sigue siendo de 35, según el Ministerio del Interior francés el sábado, el número de heridos graves ha aumentado a 78, con otros 2,432 sosteniendo lesiones menores.
Desde el ciclón, han llegado 31 toneladas de alimentos y 108 toneladas de agua, con 1.6 millones de litros de agua adicionales esperados a bordo de un buque.