Docenas más de jóvenes exreclusos presentaron demandas solicitando millones de dólares en daños y perjuicios por abusos sexuales que supuestamente sufrieron en centros de detención de Illinois, en casos que se remontan a finales de la década de 1990.
Trece mujeres y 95 hombres presentaron dos demandas por separado el viernes ante la Corte de Reclamos de Illinois en contra del Departamento de Correccionales y el Departamento de Justicia Juvenil del estado. Cada uno de los demandantes exige 2 millones de dólares por daños y perjuicios, la cifra máxima que establece la ley.
"Esta es una indignante conducta indebida por parte del estado de Illinois, por parte del sistema de justicia juvenil, que ha persistido durante décadas y debe llegar a su fin", dijo Jerome Block, abogado de uno de los exreclusos, durante una conferencia de prensa el lunes.
Ninguna de las agencias respondió el lunes a emails en busca de comentarios.
Las denuncias incluyen perturbadoras acusaciones de que los custodios, docentes y consejeros de ocho centros de detención juvenil en distintos puntos del estado agredieron sexualmente a los reclusos entre 1997 y 2019. A menudo, los mismos perpetradores agredían a los mismos jóvenes durante meses, en ocasiones con la promesa de reducir sus sentencias o darles bocadillos o tiempo libre adicional a cambio de no presentar denuncias, según las demandas.
Una demandante aseguró que tenía 15 años cuando fue recluida en un centro de detención en Warrenville en 2012. Un custodio la tocó debajo de la ropa y en otra ocasión intentó violarla en la zona de duchas. El guardia le dijo que la colocaría en confinamiento solitario si le contaba a alguien de lo sucedido. La mujer añadió que otro custodio la agredió sexualmente en un baño y luego le dio una barra de chocolate Butterfinger.
Otro demandante afirmó que tenía 13 años cuando fue detenido en una instalación de St. Charles en 1997. Dos custodios le dieron comida, tiempo libre adicional fuera de su celda y más tiempo de televisión como recompensa por tener relaciones sexuales con ellos, aseguró. Cuando informó de los abusos, los guardias lo encerraron en su celda como castigo, indicó. El denunciante añadió que fue transferido a otros dos centros de detención en Warrenville y Valley View, donde también hubo casos de guardias que lo tocaron de forma indebida.