SEÚL, Corea del Sur (AP) — Un alto diplomático norcoreano en Cuba desertó a Corea del Sur, afirmó el martes la agencia de espionaje surcoreana, en la más reciente de una serie de deserciones de miembros de la élite gobernante de Corea del Norte en los últimos años.
El Servicio Nacional de Inteligencia confirmó los reportes en prensa sobre la deserción del asesor de asuntos políticos de Corea del Norte en Cuba. El breve comunicado de la oficina de asuntos públicos de la agencia no entró en detalles.
El diario surcoreano Chosun Ilbo había informado el martes que el diplomático, Ri Il Kyu, huyó a Corea del Sur acompañado de su esposa y sus hijos en noviembre del año pasado.
Ri explicó en una entrevista con Chosun Ilbo que había decidido desertar por lo que calificó como desilusión con el sistema político norcoreano, una evaluación laboral injusta por parte del Ministerio de Exteriores de Pyongyang y la desaprobación del departamento para viajar a México para tratar su daño neuronal. El funcionario indicó que, debido a las sanciones internacionales, los hospitales de Cuba no disponían de los equipos médicos necesarios para tratar su problema de salud.
Otros medios de comunicación surcoreanos publicaron informaciones similares más tarde el martes.
Ri desertó antes de que Corea del Sur y Cuba establecieran relaciones diplomáticas en febrero, un acontecimiento que, según los expertos, podría haber supuesto un revés político para el Norte, cuyo peso diplomático depende en gran medida de un pequeño número de aliados de la época de la Guerra Fría, como Cuba.
Según Chosun, Ri había participado en los esfuerzos para impedir el inicio de las relaciones diplomáticos entre La Habana y Seúl hasta su deserción. De acuerdo con el reporte, Ri fue reconocido por el líder norcoreano, Kim Jong Un, por su papel en las negociaciones con Panamá que llevaron a la liberación de una embarcación retenida en 2013 que, supuestamente, transportaba artículos prohibidos como misiles y piezas de aviones de combate. En aquel momento, Ri era tercer secretario en la embajada norcoreana en Cuba, añadió.
El gobierno de Corea del Sur afirma que el número de norcoreanos con estudios superiores y trabajos profesionales que escapan al país se ha incrementado de forma constante en los últimos años, pero sigue siendo inusual que un miembro de la élite gobernante deserte a Seúl.
Desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953), unos 34.000 norcoreanos han huido a Corea del Sur para escapar de las adversidades económicas y la represión política. La mayoría son mujeres de las regiones norteñas más pobres que llegaron al país vecino desde mediados de la década de 1990, cuando el Norte sufrió una devastadora hambruna que se estima que mató a cientos de miles de personas.
En 2016, Tae Yongho, entonces ministro en la embajada norcoreana en Londres, huyó a Corea del Sur. Ya en Seúl, contó a la prensa que había tomado la decisión porque no quería que sus hijos tuvieran una vida "miserable" en Corea del Norte y cayeran en la "desesperación" luego de ver cómo el líder de la hermética nación, Kim Jong Un, ordenaba la ejecución de funcionarios y trataba de desarrollar armas nucleares.
El gobierno de Pyongyang se ha referido a él como "basura humana" y lo ha acusado de malversar dinero público y otros delitos. Tae fue elegido diputado en Corea del Sur en 2020.
En 2019, el embajador interino de Corea del Norte en Italia, Jo Song Gil, se marchó a Corea del Sur. Ese mismo año, el embajador interino en Kuwait llegó a Corea del Sur acompañado de su familia. El Servicio Nacional de Inteligencia informó a los legisladores en 2021 que el diplomático cambió su nombre a Ryu Hyun-woo después de llegar al país.
Los ministerios surcoreanos de Unificación y de Asuntos Exteriores dijeron que no podían confirmar los reportes acerca de la deserción de Ri.
La deserción de más alto perfil al país vecino fue la de Hwang Jang-yop, un alto funcionario del gobernante Partido de los Trabajadores que en su día fue el tutor del difunto padre de Kim, el dictador Kim Jong Il. Su marcha en 1997 fue aclamada por muchos surcoreanos como una gran oportunidad de inteligencia y un indicio de que el sistema político de Pyongyang era inferior al de Seúl. Hwang falleció en 2010.