Detienen a líder separatista sij en la India tras eludir a la Policía un mes

Nueva Delhi, 23 abr (EFE).- La Policía de Punjab, en el norte de la India, detuvo este domingo a un escurridizo líder separatista de la religión sij, buscado por las autoridades desde hace más de un mes con una operación que implicó el despliegue de decenas de miles de miembros de las fuerzas de seguridad y el arresto de cientos de personas.

"Amritpal Singh fue detenido por la Policía de Punjab hacia las siete de esta mañana en el pueblo de Rode", dijo el inspector general de Policía del estado norteño, Sukhchain Singh Gill, en una rueda de prensa.

Singh se encontraba en una "gurudwara" o templo sij y, según simpatizantes locales del líder separatista citados por el diario Indian Express, decidió entregarse a la Policía tras una fuga que ha traído de cabeza a las autoridades indias.

El líder separatista ha sido acusado de esconder grandes cantidades de armas y dirigir un centro para adoctrinar a jóvenes de la religión sij, minoritaria en el conjunto de la India pero predominante en Punjab, a cometer ataques y protestas violentas. 

Las fuerzas de seguridad indias lanzaron el pasado 18 de marzo una operación para detener al líder de la organización 'Waris Punjab De' (Los herederos de Punjab), que aboga por la independencia de Khalistán, la patria sij independiente, en Punjab. 

Tras una fuga espectacular, que implicó hasta cinco vehículos y varios cambios en su apariencia, las autoridades indias perdieron el rastro de Singh en el estado norteño de Haryana, a más de 250 kilómetros del lugar donde comenzó el operativo. 

La operación, infructuosa hasta hoy, desencadenó el arresto de más de 350 personas, muchas de ellas parte del movimiento separatista. 

Rode, donde fue hoy detenido, es la localidad natal del radical independentista Jarnail Singh Bhindranwale, que en 1984 se atrincheró en el principal centro del culto sij junto con cientos de seguidores armados.

La entonces primera ministra, Indira Gandhi, ordenó al Ejército que tomara el lugar en la llamada "Operación Blue Star", cuando las tropas rodearon el templo y lo atacaron durante cuatro días, con lo que muchos civiles murieron en los combates, que además se cobraron la vida de más de Bhindranwale y otros 400 independentistas. 

Meses después, la propia Indira Gandhi fue asesinada en venganza por dos guardaespaldas de religión sij, lo que desencadenó graves disturbios y una nueva matanza callejera de miembros de esta minoría en la capital india, durante la que murieron 3.000 personas.