Hong Kong.- Los manifestantes de Hong Kong finalizaron de forma pacífica el sábado su sitio nocturno a la sede de la policía, decepcionados por el incumplimiento de sus demandas para que la líder del territorio retire formalmente una reforma de las leyes de extradición y que la policía se disculpe por el uso de la fuerza.
Al amanecer, la policía había retirado de las calles las barricadas levantadas por los manifestantes para ralentizar el tránsito en el corazón financiero de Asia y apenas unos grupos, en su mayoría de jóvenes, seguían en la zona. Muchos durmieron en el exterior de la legislatura.
El transito volvía a ser fluido en una importante vía que atraviesa el complejo gubernamental central mientras el movimiento de protesta se reagrupaba para estudiar sus próximos pasos.
Alrededor de la sede policial, manifestantes equipados con máscaras y cascos cubrieron las cámaras de vigilancia con cinta y ataron las barreras con amarres de nylon. Además, arrojaron huevos al edificio y realizaron pintadas en las paredes. Los disconformes también “rociaron aceite” y atacaron a los agentes dirigiendo punteros laser a sus ojos, según la policía.
En las dos últimas semanas, Hong Kong ha registrado multitudinarias protestas contra unas propuestas legislativas que muchos consideran que erosionan la independencia judicial del territorio y, en general, ven como un indicio de los esfuerzos del gobierno de China para socavar las libertades existentes en la ciudad.