SAO PAULO, Brasil (EFE).- Un alumno de 13 años hirió con un cuchillo a dos compañeras en un colegio del estado brasileño de Goiás, en el cuarto ataque a un centro educativo del país en el último mes, informaron este martes fuentes oficiales.
El suceso ocurrió sobre las 08.00 hora local (11.00 GMT) en el colegio Dr. Marco Aurélio, en el municipio de Santa Tereza de Goiás, según señaló la Secretaría de Seguridad regional.
El agresor, que no tenía ningún tipo de antecedente por violencia en el ámbito escolar, fue inmovilizado por una profesora y posteriormente detenido por las autoridades brasileñas.
Las dos alumnas fueron heridas de forma leve y recibieron atención médica en un hospital. Una de ellas ya fue dada de alta, de acuerdo con la información oficial.
Este nuevo ataque tuvo lugar el mismo día en que la Policía Civil de Goiás desplegó una operación para realizar allanamientos en las residencias de tres menores de edad de entre 13 y 14 años de edad por incitar a la violencia en las escuelas.
Los menores formaban parte de un grupo en una red social en el que hacían apología de masacres escolares e incluso planearon atacar una escuela en la ciudad de Rio Quente, donde dos de ellos habían estudiado el año pasado.
El ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, expresó su solidaridad a las alumnas heridas y recordó que el grupo interministerial montado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva "sigue trabajando para promover una cultura de paz en las escuelas".
El ataque en Santa Tereza de Goiás es el cuarto en el último mes dentro de escuelas y colegios de Brasil.
El lunes, un estudiante de 12 años atacó a cuchilladas a tres compañeros y una profesora en un colegio particular de Manaos, capital del estado de Amazonas.
El miércoles pasado, un hombre de 25 años invadió una guardería y mató con un hacha a cuatro niños e hirió a otros cuatro de entre tres y siete años de edad en la ciudad de Blumenau, en el estado de Santa Catarina.
El Gobierno de Lula convocó entonces una reunión de emergencia para anunciar la liberación de 150 millones de reales (unos 30 millones de dólares) para reforzar la seguridad en los entornos escolares y realizar un monitoreo más estrecho en redes sociales.
Asimismo, montó un grupo de trabajo para confeccionar una política nacional de enfrentamiento a la violencia escolar y ordenó a la Policía Federal investigar la actuación de grupos "nazis y neonazis" en el país, que el Ejecutivo insiste en vincular con estos atentados.
Además de las tragedias vividas en Goiás, Amazonas y Santa Catarina, a finales de marzo, otro adolescente de trece años mató con un arma blanca a una profesora e hirió a otras cuatro personas -tres maestros y un alumno- en una escuela de Sao Paulo.
Según informes oficiales, los ataques a centros educativos brasileños han matado 40 alumnos y profesores en los últimos veinte años.