Londres, Ing.- El silbido de una locomotora de vapor recorrió esta semana las localidades de Stockton y Darlington (noreste de Inglaterra) rememorando el viaje que hace 200 años marcó el nacimiento del ferrocarril moderno, un hito que transformó para siempre la movilidad, la economía y la forma de entender el mundo.
El 27 de septiembre de 1825, la locomotora ‘Locomotion No. 1’, diseñada por el ingeniero británico George Stephenson, arrastró por primera vez un convoy público de mercancías y pasajeros sobre raíles de hierro fundido. Aquel trayecto inaugural, de poco más de 40 kilómetros, dio inicio a una revolución tecnológica que todavía deja huella.
Hasta entonces, los ferrocarriles eran de gestión privada y solo se utilizaban a pequeña escala en minas de carbón o canteras, pero la ruta de Stockton-Darlington (S&DR) fue más allá.
“Conectó comunidades e hizo posible lo imposible al permitir que la gente viajara de un lugar a otro mucho más rápido”, explica en una entrevista con EFE Caroline Hardie, administradora de la Asociación de Amigos del Ferrocarril Stockton-Darlington. El éxito del ferrocarril fue instantáneo e impulsó un gran corredor de industrialización en el noreste de Inglaterra hacia el cercano puerto de Middlesbrough, redujo el precio del carbón, desencadenó la construcción de fábricas y, con ello, la segunda fase de la Revolución Industrial.
El Reino Unido ha puesto en valor este hito con el festival del bicentenario ‘S&DR200’, entre marzo y noviembre de este año, con diversas iniciativas educativas, artísticas y culturales que tienen su punto álgido este fin de semana, cuando una réplica de la Locomotion No. 1 rememorará la ruta inaugural exactamente dos siglos después.
“Es probable que llore”, confiesa Hardie, que asegura que es “precioso” poder celebrar los 200 años del ferrocarril de Stockton-Darlington, pero no quiere esperar otro medio siglo para volverlo a recordar, sino aprovechar la efeméride para mantener su legado vivo.