Tokio, 17 abr (EFE).- El canciller de Japón, Yoshimasa Hayashi, planea una visita oficial a Paraguay, Chile y Perú, además de la nación caribeña de Barbados, según dijeron fuentes de Exteriores hoy sin precisar fechas exactas.
El viaje está aún en fase de preparativos y será anunciado oficialmente en los próximos días, según dijo a EFE dicha fuente, y se produce unos meses después de la visita oficial de once días del ministro a México, Ecuador, Brasil, Argentina y Estados Unidos.
El país asiático buscaría con este segundo viaje a América Latina expandir su cooperación con esta región de cara a la cumbre del G7, de la cual ocupa la presidencia de turno y que se celebrará entre los días 19 y 21 de mayo en la ciudad nipona de Hiroshima.
Durante la visita, que podría producirse en la primera semana de mayo, se espera que el canciller nipón analice con sus homólogos latinoamericanos problemas globales como la crisis alimentaria y energética creada por la invasión rusa de Ucrania, así como la creciente influencia de China a nivel global.
La visita también se produce en un momento en el que varios países latinoamericanos han dado la espalda a Taiwán, entre ellos Honduras, que anunció a finales de marzo que iba a cortar sus lazos diplomáticos con este país en favor de China.
Antes de eso, ya habían hecho lo propio en años recientes Panamá, República Dominicana, El Salvador y Nicaragua, mientras que Paraguay y Guatemala forman parte de la lista de trece países con los que Taiwán mantiene relaciones diplomáticas.
Este mismo lunes, Hayashi subrayó la importancia de "mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán" como "elemento indispensable para la prosperidad de la comunidad internacional" y urgió a "una resolución pacífica de los conflictos" en esta zona, en el marco de la reunión de Exteriores del G7 que se está celebrando en la ciudad japonesa de Kaurizawa (centro).
Estas declaraciones y la reunión llegan después de un nuevo repunte de las tensiones alrededor de la isla autogobernada y reclamada por Pekín, debido a las nuevas maniobras militares chinas en respuesta a la reciente visita a Estados Unidos de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.