CIUDAD DE PANAMÁ (AP) — En una jornada electoral relativamente tranquila y con buena afluencia de votantes, los panameños acudían a las urnas el domingo para escoger al nuevo presidente por los próximos cinco años con los reflectores centrados en el expresidente Ricardo Martinelli, excluido de la pugna por una condena en su contra, y en su delfín, el candidato puntero José Raúl Mulino.
Mulino lideraba las preferencias de esa parte de la población que aún respalda a Martinelli y ve en su reemplazo una esperanza de que vuelva el esplendor al país ante su ralentización económica. Mientras sus tres rivales más directos —el expresidente Martín Torrijos y dos candidatos que participaron en las pasadas elecciones de 2019, Ricardo Lombana y Rómulo Roux— buscaban evitar el regreso del "martinellismo" al poder con un recordatorio constante a los escándalos de corrupción.
"Creemos que Mulino puede hacer un buen papel", dijo Yanela Ríos, una ama de casa de 58 años que sufragó temprano en Boca la Caja, un barrio marginal de casas de concreto y techo de zinc que está incrustado en medio de rascacielos residenciales lujosos en Ciudad de Panamá. "Si, en realidad, él tiene otra mentalidad en ayudar al pueblo y al que lo puso en ese puesto (Martinelli), será bueno para el país".
Juan José Tinoco, un transportista de turismo de 63 años, reconoció haber dado su apoyo a Mulino. "Aquí tenemos dinero, este es un país que tiene mucha plata, pero necesitamos un líder que piense y se dedique realmente a los intereses de Panamá", defendió desde temprano.
Con el sol estrenándose en la jornada, los primeros votantes empezaron a llegar a los centros de votación pasadas las 7.00 de la mañana, en uno de los procesos electorales más intrincados en la historia reciente de Panamá. Las casillas en las más de 7.574 mesas en todo el país estarán abiertas hasta las 16.00 de la tarde (2100 GMT).
En una entrada al barrio, una anciana colocó una bandera con las letras RM (Realizando Metas) fuera de su casa, donde tendía su ropa lavada y una pancarta que decía "Ayuden al loco", en referencia a Martinelli.
El exmandatario, condenado por lavado de activos a más de 10 años de prisión está inhabilitado políticamente y refugiado en la embajada de Nicaragua desde febrero en la embajada de Nicaragua tras recibir asilo político, apoyó intensamente la campaña de su correligionario y hombre de confianza.
Mulino, que votó pasadas las 9.00 de la mañana tras ser recibido en el centro de convenciones Atlapa al grito de "se siente, se siente, Mulino presidente", reemplazó a Martinelli en la nómina de los partidos Realizando Metas y Alianza. Estuvo a punto de quedarse fuera de la pugna electoral por una demanda que buscaba declarar su postulación como inconstitucional y no fue hasta el viernes en la madrugada que la Corte Suprema se pronunció para mantener a Mulino en la pugna presidencial.
Después de sufragar, el candidato visitó a Martinelli en la embajada. "Hermano", le dijo, antes de estrecharse en un abrazo en la sede diplomática. El gobierno de Panamá ha protestado con anterioridad ante el de Nicaragua por permitir al exmandatario realizar actividades políticas.
"Todo el mundo decía si (Martinelli) corre, gana", dijo en entrevista con The Associated Press Ragnhild Melzi, vicepresidenta de Programas Públicos y Relaciones Corporativas de Americas Society/Council of the Americas en Nueva York. "Mulino es el sucesor y creo que se beneficia de lo que tenía Martinelli, de lo positivo que una parte muy grande del pueblo panameño le veía. El dinamismo que hubo".
El candidato que resulte ganador tendrá que lidiar con los grandes retos de la migración por el Tapón del Darién y la crisis del agua en el Canal de Panamá, que junto al cierre de una mina de cobre tras protestas multitudinarias el año pasado contraerán la económica, según los expertos.
Judith Wald, de 48 años y que dijo que hace toda clase de emprendimientos para buscar dinero, aseguró que votó por Martinelli en 2009, pero que esta vez no le dio el voto a su candidato. "Mulino está corriendo por él (Martinelli). No he escuchado sus propuestas, evadió todos lo debates, no me convenció para nada. Martinelli quiere que gane Mulino para que lo indulten".
"Tenemos problemas con la economía, trabajo y la salud que nos ha llevado a un momento de crisis", reclamó por su parte Carmen González, una ama de casa de 56 años que llegó a votar con su madre Manuela, de 81 años. "Esperemos que todo esto sea para el bien. Espero que el próximo presidente haga las cosas bien que cumpla cada una de las promesas". Su apoyo fue para Lombana, uno de los tres que va detrás de Mulino y el primero de los candidatos que acudió a votar el domingo también en ATLAPA.
De acuerdo con los analistas esta elección en Panamá es una de las más complejas de su historia moderna.
"La votación está marcada por una mayor fragmentación política y descontento social bajo el presidente saliente Laurentino Cortizo", indicó Arantza Alonso, analista senior para América de la firma de consultoría estratégica y riesgo Verisk Maplecroft con sede en Bath, Inglaterra. En un análisis enviado a AP refirió que una encuesta de principios de abril mostró que casi una cuarta parte (23%) de los ciudadanos estaban indecisos o poco inclinados hacia alguno de los aspirantes, lo que indica "los bajos niveles de satisfacción de los panameños con los candidatos ofrecidos".
Mulino ha ofrecido marcar el comienzo de una economía próspera como la que se vio durante el gobierno de Martinelli (2009-2014) y detener la migración a través del Tapón del Darién, las peligrosas selvas que unen Colombia y Panamá y que fueron atravesadas por medio millón de migrantes el año pasado.
En tanto que Torrijos, Lombana y Roux han ofrecido cambiar el país, con reformas a la Constitución para desmantelar, según ellos, las estructuras que permiten la corrupción y la impunidad. Los tres enfilaron sus dardos en la recta final de la campaña contra Mulino.
"Estamos tranquilos, contentos de estar aquí, con mucha esperanza; hoy gana Panamá, la juventud", dijo Lombana al llegar a votar. El abogado de 50 años recibió un fuerte apoyo del voto joven en los pasados comicios.