HARRISBURG, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Las elecciones que se realizarán este mes en Pittsburgh y algunos de sus suburbios se está convirtiendo en una primera prueba de si la guerra de Israel contra Hamás plantea amenazas políticas a los demócratas progresistas en el Congreso que han criticado el manejo israelí del conflicto armado.
La congresista federal Summer Lee, legisladora de primer periodo que se ha alineado con el "escuadrón", enfrenta a Bhavini Patel en las primarias, y la guerra en Oriente Medio se ha convertido en un punto álgido en la contienda.
Patel enmarca las críticas de Lee a Israel como parte de un patrón más amplio de política de izquierda que resulta extrema para el distrito y potencialmente perjudicial para el presidente demócrata Joe Biden en un estado crucial para su candidatura a la reelección contra el republicano Donald Trump.
La guerra ha alterado la política demócrata en todo Estados Unidos. Está dividiendo a grupos tradicionalmente progresistas, incluyendo la numerosa comunidad judía de Pittsburgh, de maneras que no siempre se ajustan claramente a líneas étnicas o culturales. Pero es un tema particularmente importante en el distrito de Lee, donde se encuentra la sinagoga donde un hombre armado mató en 2018 a 11 feligreses en el ataque más mortífero contra judíos en la historia de Estados Unidos.
Las primarias del 23 de abril podrían arrojar luz sobre si la guerra por sí sola es suficiente para que una cantidad considerable de demócratas se oponga a Lee.
"Claramente, es lo suficientemente grande con un determinado grupo en este distrito", dijo Sam Hens-Greco, presidente del partido en el condado Allegheny, que incluye Pittsburgh. "Vamos a descubrir si es lo suficientemente grande para toda la población".
Si Lee es derrotada, será la primera demócrata en el Congreso en perder una primaria este año. Otros demócratas progresistas, entre ellos los congresistas Cori Bush de Missouri; Jamaal Bowman, de Nueva York, e Ilhan Omar de Minnesota, enfrentan rivales en las primarias este verano.
Lee ha recaudado mucho más dinero que Patel y cuenta con el respaldo de la clase política demócrata dirigente en Pensilvania, que incluye al senador Bob Casey, y una constelación de grupos progresistas conformados por organizaciones tanto judías como musulmanas.