DAKAR, Senegal (AP) — Las urnas abrieron en Senegal el domingo para una elección parlamentaria que determinará si el recién elegido presidente del país puede llevar a cabo reformas ambiciosas.
Más de 7 millones de votantes registrados en el país de África Occidental elegían a 165 legisladores en la Asamblea Nacional, donde el partido del presidente, Bassirou Diomaye Faye, no tiene mayoría.
Faye, quien fue elegido en marzo con un mensaje antisistema, dice que eso le ha impedido ejecutar las reformas que prometió durante su campaña, como la lucha contra la corrupción, la revisión de permisos de pesca para compañías extranjeras y asegurar una mayor parte de los recursos naturales del país para la población.
En septiembre disolvió el parlamento liderado por la oposición, allanando el camino para una elección legislativa anticipada. Su partido se enfrenta a la plataforma de oposición Takku Wallu liderada por el expresidente Macky Sall, junto con otras 39 partidos y coaliciones registrados.
Las urnas cerrarán a las 6 de la tarde. Se espera que los primeros resultados provisionales se conozcan el lunes por la mañana, y el recuento final se publicará a lo largo de la semana.
El partido político de Faye, PASTEF, necesita al menos 83 escaños para obtener la mayoría en la asamblea. Los analistas dicen que tiene muchas posibilidades de lograrlo, dada su popularidad y el margen de victoria de Faye en las elecciones presidenciales de marzo.
Faye, de 44 años, fue elegido con el 54% de los votos en la primera ronda, convirtiéndose en el líder electo más joven de África, menos de dos semanas después de ser liberado de prisión. Su ascenso ha reflejado la frustración generalizada entre la juventud senegalesa con la dirección del país, un sentimiento común en toda África, que tiene la población más joven del mundo y varios líderes acusados de aferrarse al poder durante décadas.
Más del 60% de los senegaleses tienen menos de 25 años y el 90% trabaja en empleos informales. Senegal ha sido golpeada por una inflación desorbitada en los últimos años, lo que dificulta la supervivencia.
El país también es una fuente importante de migración irregular a Europa, con miles de personas que se marchan cada año en frágiles barcos de pesca artesanales en busca de oportunidades económicas.
La campaña para las elecciones legislativas estuvo marcada por enfrentamientos esporádicos entre partidarios de diferentes partidos. La sede de un partido de oposición fue incendiada en la capital, Dakar, y se han producido altercados en el centro de Senegal en las últimas semanas, dijo el Ministerio del Interior el lunes.
Ousmane Sonko, el primer ministro del país y que ayudó a catapultar a Faye a la victoria, denunció el martes ataques contra partidarios de PASTEF en Dakar y otras ciudades.
"Que cada patriota que han atacado y herido sea vengado proporcionalmente. Ejerceremos nuestro legítimo derecho a responder", escribió en X, antes de retractarse y pedir a sus partidarios que evitasen la violencia en un discurso más tarde ese día.
El vehículo de Sonko fue apedreado el mes pasado durante enfrentamientos entre sus partidarios y atacantes no identificados cuando hacía campaña en Koungueul, en el centro del país. El líder de un partido aliado, el exministro Malick Gackou, se rompió un brazo en el incidente, según medios locales.
La elección presidencial en marzo puso a prueba la reputación de Senegal como una democracia estable en África Occidental, una región sacudida en los últimos años por golpes de estado y intentos de golpe.
Tanto Faye como Sonko fueron liberados de prisión menos de dos semanas antes de la votación tras una amnistía política anunciada por el presidente saliente, Sall. Sus detenciones habían desencadenado meses de protestas y preocupaciones de que Sall buscara un tercer mandato en el cargo a pesar de los límites de legislaturas. Grupos de derechos humanos dijeron que docenas de personas fueron asesinadas y cerca de 1.000 fueron encarceladas.