NANTERRE, Francia (AP) — Un año después de que un adolescente francés de origen norafricano fuera asesinado por la policía, en un incidente que generó conmoción y desató disturbios en toda Francia durante varios días, su madre encabezó el sábado una marcha silenciosa para rendir homenaje a su hijo.
La marcha se llevó a cabo en un momento de tensión política. Los discursos de odio infestan las campañas para las elecciones parlamentarias anticipadas que se realizarán este fin de semana, y un partido opuesto a la inmigración que desea aumentar los poderes de la policía para usar sus armas y que está ligado históricamente con el racismo y el antisemitismo lidera las encuestas.
Varios cientos de familiares, amigos y simpatizantes se reunieron en el suburbio parisino de Nanterre para recordar a Nahel Merzouk, de 17 años, que murió por los disparos a quemarropa de un policía durante una revisión por cuestiones de tránsito, el 27 de junio de 2023.
Pocas horas después de su muerte, Merzouk, conductor de reparto de un vecindario de clase trabajadora, se convirtió en un símbolo. Para muchas personas en toda Francia, él encarnó a los jóvenes negros y norafricanos de Francia que, según estudios, enfrentan revisiones policiacas y discriminación con más frecuencia que sus pares blancos.
En la marcha del sábado, su madre, Mounia, habló a la multitud y luego rompió a llorar. Sus amigos vestían camisetas blancas con la foto de Merzouk, y otros residentes de su complejo de viviendas subvencionadas sostenían un letrero que decía: "Justicia para Nahel". La marcha terminó en el lugar donde fue asesinado, y un imán cantó y leyó una plegaria.
No hubo presencia policiaca visible, aunque los organizadores de la marcha contrataron guardias para garantizar la seguridad. La madre de Merzouk pidió a los políticos que se mantuvieran alejados con el fin de evitar la politización o las tensiones, un día antes de las elecciones parlamentarias de Francia.
El domingo, los votantes franceses emitirán sus sufragios en la primera ronda de las elecciones anticipadas para la Asamblea Nacional —la cámara baja del Parlamento—, a partir de las cuales podría surgir el primer gobierno de extrema derecha en el país desde la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Las encuestas de opinión en Francia dejan entrever que el partido Agrupación Nacional podría dominar el próximo Parlamento después de la segunda ronda del 7 de julio, y ocupar el puesto de primer ministro. Si eso ocurre, el presidente centrista Emmanuel Macron se mantendría en la presidencia hasta 2027, pero con una función gravemente debilitada.
"Esta marcha, que ocurre ahora, es un poderoso símbolo", dijo Assa Traore, que ha estado luchando para que se haga justicia desde que su hermano Adama muriera bajo custodia de la policía francesa en 2016.
"Significa que la historia no puede escribirse a sí misma sin nosotros. Nosotros, desde los vecindarios de clase trabajadora, somos las víctimas de primera mano de esas elecciones. Muy pronto nos dimos cuenta de que el partido Agrupación Nacional y los partidos de extrema derecha eran un peligro para nuestro país y lo debilitarán", dijo la mujer, de 39 años y ascendencia maliense, que marchó con la familia de Merzouk.
La muerte de Merzouk, que fue captada en video, agitó añejas tensiones entre la policía y los jóvenes que habitan los complejos de viviendas subvencionadas y los suburbios desfavorecidos, muchos de los cuales nacieron en Francia y descienden de familias de inmigrantes. Azuzados por TikTok, los disturbios se extendieron con una velocidad sin precedentes antes de que la policía emprendiera medidas represivas en gran escala. Según las autoridades francesas, la agitación provocó daños por más de 1.000 millones de dólares.
El policía que disparó dijo que lo hizo en defensa propia, y un personaje de extrema derecha lanzó una campaña de financiación colectiva para el oficial, la cual recaudó 1,6 millones de dólares antes de ser suspendida.