SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — La Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico informó el martes que se encuentra en proceso de revisar su contrato con una empresa estadounidense de votación electrónica después de descubrirse cientos de discrepancias en las primarias de la isla.
El problema se derivó de un defecto de software que hizo que las máquinas, suministradas por Dominion Voting Systems, calcularan erróneamente los totales de votos, indicó Jessika Padilla Rivera, presidenta interina de la comisión.
Aunque nadie ha impugnado los resultados de las primarias del 2 de junio, que identifican correctamente a los ganadores, los totales de votos dados a conocer por las máquinas fueron menores, en algunos de los casos, al total de las papeletas, y algunas máquinas invirtieron ciertos totales o contabilizaron cero votos para algunos candidatos.
"La preocupación es que, evidentemente, nosotros tenemos unas elecciones en noviembre, y nosotros tenemos que darle al país no solamente la certeza de que la máquina expida un resultado correcto, es que ese resultado que se expide es el mismo que se divulga", dijo Padilla.
En las primarias de Puerto Rico se utilizaron más de 6.000 máquinas de votación de Dominion, y la empresa declaró que los problemas de software se debían a los archivos digitales utilizados para exportar los resultados de las máquinas.
El contrato entre Dominion y la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico finaliza el 30 de junio.
José Varela, vicepresidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, hizo un llamado a Padilla para que comparezca el jueves en una audiencia pública para tocar el tema.
"No podemos permitir que se siga minando la confianza ciudadana en el ejercicio del voto de cara a las elecciones generales", dijo.
Los problemas hicieron recordar las controvertidas primarias de la isla en 2020, cuando la falta de boletas en algunos centros obligó al gobierno a reprogramar la votación, un hecho inédito en el territorio estadounidense.
Puerto Rico celebró elecciones primarias el 2 de junio para elegir a los candidatos a gobernador del Partido Nuevo Progresista (PNP), de corte estadista, y del Partido Popular Democrático (PPD), que está a favor del estatus actual de la isla como territorio.
Sorprendentemente, Jenniffer González, representante de Puerto Rico ante el Congreso, venció al gobernador Pedro Pierluisi en las primarias del Partido Nuevo Progresista. Por su parte, el representante de Puerto Rico, Jesús Manuel Ortiz, derrotó al senador Juan Zaragoza en la contienda del Partido Popular Democrático.
Ambos partidos reportaron cientos de boletas con resultados inexactos. El PNP informó sobre más de 700 errores, por alrededor de 350 discrepancias del PPD. Estas imprecisiones se registraron en boletas para cargos como los de gobernador, alcalde y comisionado residente.
En respuesta a las discrepancias, la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico llevó a cabo un recuento completo de los votos y auditó los recibos en papel de cientos de máquinas de conteo de boletas.
Edwin García Feliciano, Procurador del Ciudadano de Puerto Rico, calificó el incidente como una "amenaza" para el sistema electoral de la isla y pidió al gobernador y a la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico, que supervisa las finanzas de la isla, que establezcan un plan para garantizar un mejor resultado en las próximas elecciones generales.
"Toda planificación está fundamentada en resolver situaciones de emergencia incluso, de improbables", dijo García Feliciano. "Pero circunstancias predecibles, y de total conocimiento público, no pueden atenderse improvisadamente y a la carrera".
La isla se prepara ahora para las elecciones generales de noviembre, en las que los votantes elegirán un nuevo gobernador y representantes locales. Aunque los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, no pueden votar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.